Limerencia: estado mental involuntario, propio de la atracción romántica
¿Qué pasa cuando la persona que creímos amar, a quien le entregamos toda nuestra vulnerabilidad, sueños y parte de nuestra vida un día decide que no puede seguir más? Que todas aquellas promesas sólo fueron momentáneas, como la fragilidad de un sentimiento que creímos duraría toda la vida. O al menos, el tiempo que fuera necesario. Como las olas que rompen en la orilla y se reincorporan a la corriente de vuelta a la inmensidad; como un puente que está a punto de romperse y quien se queda en el otro extremo, es siempre la persona que tiene la falsa idea que esperar es la mejor opción para superar el desamor…
“Pensé en mi edad y pensé en vosotros y pensé
que nadie me avisó de madurar así, junto a la vida y el frío en el cajón
de la fruta que se pudre”.
—Elena Medel
A veces el amor termina, a veces lo asesinan, a veces lo dejamos en la bañera desfalleciendo bajo el agua fría después de una pelea. En ocasiones, el amor simplemente toma sus maletas, deja las migajas del desayuno sobre la mesa con una nota que dice: lo siento, no pude amarte un día más. Y se va.Partiendo del término de las relaciones y el dolor que dejan al terminar, el jueves 13 de julio Cultura Colectiva, junto con el Centro Cultural Helénico, harán un evento para hacer de este proceso algo más llevadero. Música, poesía y experiencias vividas por los asistentes serán el eje de un evento en el que las diferentes disciplinas se mezclarán para crear momentos con los espectadores.
Tres poetas y tres bandas mexicanas darán vida a las últimas historias experimentadas con el amor de tres lectores de Cultura Colectiva. Historias que terminaron, dejaron una gran cicatriz interior y la única manera de sanar será al contarlas.
“Te supe frágil y desnudo,
tan frágil eras, tan desnudo
que se quebró tu sombra al respirar.
Abrí la puerta y las voces del agua
adoptaron la forma de tu cuerpo.
Tan leve parecías, tan al borde
de ti
que la noche aprendió
el modo de dormirse sobre el río”.
—Chantal Maillard
Experiencias de las que aprenderemos cuando aceptamos lo que ya no es ni será, cuando “la vida es un pequeño espacio de luz entre dos nostalgias: la de lo que aún no has vivido y la de lo que ya no vas a poder vivir”, como afirma Rosa Montero, ya que cuando nos enamoramos nos encantaría quedarnos para siempre en un instante, pero el Universo está en constante movimiento y todo evoluciona, todos cambiamos y las buenas historias siempre deben continuar aunque sea con otras personas.
La poesía de Luciana Villegas, Herson Barona y Diego Espíritu más Waxolote Okupa nos harán recordar las historias tristes que nos rompieron el corazón, y junto a Diego Amoz, Fuimos Oro y Velázquez nos harán recordar que es gracias a la música que seguimos vivos y que cada falla en el corazón es una celebración del amor que no fue; ese que muchas veces se convierte en el preámbulo de un mejor inicio, el cual recibimos con un espíritu renovado, con el anhelo de amar y no cometer los mismos errores, de entregarnos a una nueva historia que está por escribirse.
“(…)
A veces te descubro en el rostro que no tuviste y en la aparición que no merecías,
a veces es una calle al anochecer donde no habremos ya de volver a citarnos,
mientras el tiempo transcurre entre un movimiento de mi corazón y un movimiento de la noche.
A veces tu ausencia aparece lentamente en mi sonrisa igual que una mancha de aceite en el agua,
y es la hora de encender ciertas luces
y caminar por la casa evitando el estallido de ciertos rincones.
En tus ojos hay barcas amarradas, pero yo ya no habré de soltarlas,
en tu pecho hubo tardes que al final del verano
todavía miré encenderse.
Y éstas son aún mis reuniones contigo,
el deshielo que en la noche
deshace tu máscara y la pierde”.
—José Carlos Becerra
Acompáñanos el jueves 13 de julio a las 19:30 horas a vivir LIMERENCIA en La Gruta, dentro del Centro Cultural Helénico.
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Las fotografias que acompañan al texto pertenecen a Jesse Herzog