Un libro puede cambiar la vida. Adentrarse en la mente de otra persona, escuchar sus pensamientos e ideas moldeando lentamente el pensamiento. Crea una identidad; las letras se convierten en parte del alma; los libros enseñan, hablan sobre el mundo o dimensiones desconocidas, pero todos guardan un poco de humanidad.
En los últimos años, la literatura ha tenido un impacto mucho más importante en México y el resto de Latinoamérica más que en cualquier otra época. Un boom cultural ha puesto de moda la lectura y sus efectos pueden notarse en la expansión de las propuestas artísticas que nacen todos los días y cada vez más personas creen que leer puede ayudar a convertirse en una mejor persona.
Esto era lo que probablemente pensaba Dale Carnegie, famoso autor de cursos y múltiples libros de autoayuda. Su primer título “Cómo ganar amigos e influenciar a las personas”, fue el primero y vendió millones de copias alrededor del mundo. Dentro de su texto hay un pensamiento amable y positivo y por eso tal vez nunca imaginó el efecto que tendría en Charles Manson, el famoso líder de un culto responsable de múltiples muertes de inocentes.
Carnegie no había considerado escribir un libro sobre su curso, hasta que un hombre de la firma Simon & Schuster le ofreció publicar un trabajo que tratase sobre las técnicas que usaba con sus alumnos. El carismático hombre accedió en 1937 y rápidamente se convirtió en un éxito. Dale no creía que los temas que trataba en sus pláticas fueran peligrosas. Para él eran formas de ayudarle a las personas con pocas habilidades sociales a crear vínculos con otros individuos y motivarlos a usar su seguridad para lograr lo que deseaban, pero fracasó en predecir lo que pasaría si su conocimiento cayera en las manos incorrectas.
Cerca de 1957, Charles Manson era apenas un criminal de bajo nivel con 23 años, quien desde su juventud, demostró no tener simpatía alguna por la autoridad. Había pasado toda su vida entre hogares adoptivos y reformatorios, pero ese año cayó preso por robo de auto. Dentro, parecía tener un interés especial en los cursos para ayudar a los prisioneros a tener mejor vida, uno de ellos era justamente “Cómo ganar amigos…”, pero al parecer le interesó más la parte de “influenciar a las personas”.
Jeff Guin, autor de “Manson: The Life and Times of Charles Manson”, fue quien reveló ese hecho y aseguró que fue un momento clave en la vida del líder de culto. De acuerdo con el escritor, la participación de Manson en el curso tuvo un resultado positivo de manera psicológica. Era lo primero en lo que el hombre era bueno. Aprobaba los exámenes, pasaba las pruebas, pero sólo era porque desde pequeño aprendió a manipular a las personas, el problema fue que –gracias al curso–, perfeccionó sus propias teorías y estaba listo para aplicarlas cuando saliera de la cárcel.
Entre los elementos que enseña el curso y el libro de Dale Carneguie se encuentran las técnicas de cómo “No criticar, condenar o quejarse”, “apreciar de manera honesta”, “crea en otras personas un sentimiento de deseo” y “escucha los deseos de otras personas”. Esas bases fueron suficientes para crear interés en Manson. El curso entraba en detalle con ejercicios que muchas veces no suelen ser entendidos fácilmente por las personas, pero Charles las manipulaba como si hubiera nacido usándolos. De acuerdo con Jackie Kellso, experta en el curso, algunos alumnos no logran realizar distintas actividades, pues son difíciles de manejar e incluso imposibles para algunos.
Una de ellas era: “Deja que la otra persona sienta que la idea es suya”, refiriéndose a que hay que esforzarse para influir en las acciones de las personas, hasta el punto en que no sepan que la idea no es propia sino ajena. Ese punto clave, según Guin, fue lo que hizo que Manson desarrollara una habilidad insólita para reclutar mujeres y motivarlas a asesinar personas. Plantó la idea en sus mentes y ellas creyeron que fueron las que concibieron la idea de matar, cuando en realidad todo nacía desde el líder. Sus técnicas de manejo emocional también fueron efectivas y le dieron el poder de quitarle a la vida a siete personas.
Una de las secciones más relevantes del libro está titulada “Doce maneras de hacer que las personas piensen como tú”. Cada una de las reglas que aparecen junto con otros capítulos que se enfocan en atraer a los individuos mediante engaños emocionales (presentados como inocentes), parecen salidos de una biblia de líder de culto. Tiene todo lo necesario para invadir la mente de las personas y sólo era cuestión de tiempo antes de que un asesino encontrara la manera de utilizar el texto para manipular a gente indefensa, recordemos que las mujeres que Manson utilizó venían de hogares rotos y muchas veces buscaban la aprobación de una figura autoritaria.
Manson no fue el único que tomó el curso. Johnny Cash, Warren Buffet y Emeril Lagasse también lo hicieron, pero el efecto fue diferente. Ellos no vieron las posibilidades que ofrece el poder de manipular a las personas.
Con algunos puntos literarios es fácil juntar unos cuantos seguidores, engañarlos de que desean matar a alguien y dejar que lo hagan.
Suena fácil, pero sólo una mente lo suficientemente malvada y controladora pudo hacerlo.
Manson logró influenciar a las personas, pero probablemente se debió enfocar en otros aspectos de la literatura. ¿Quién sabe?
Quizá pudimos tener otro tipo de líder.
Fuentes:
DailyMail
BlumHouse
Bloomberg