El amor es uno de esos sentimientos que se convierte en una de las experiencia con la que, queramos o no, debemos convivir sin terminar de entenderla. Mucho se ha dicho, cantado y escrito sobre el tema pero por más vueltas y tratos que se le de, las conclusiones sólo provocan más preguntas.
El escritor francés René Crevel, dijo que el amor ha acabado afirmándose más allá del bien y del mal; bueno, sencillamente el amor hace bueno todo lo malo y convierte el menos en más. Y es que parece que este sentimiento se trata más de una cuestión matemática que química, pues a lo largo de la vida amorosa, existen sumas que terminan en multiplicación y restas que, inevitablemente, acaban en división, ocasionado porque las relaciones no siempre maduran, en ocasiones se transforman, van en declive, y en cierto momento algunas llegan a su punto final. Si crees que alguna de tus relaciones se ha parado en el abismo del punto final, estos tres libros pueden ayudarte a entender por qué las relaciones agonizan, para quizá, después terminar.
Todos los días son nuestros, de Catalina Aguilar Mastretta
En esta obra reciente, la autora nos cuenta la historia de María y Emiliano, quienes llevan la mayor parte de su vida adulta siendo pareja y viviendo juntos; su relación es tan formal y sólida, que quienes los rodean saben que estarán juntos para siempre, entonces algo sucede… “Cuando se separa una relación que se ve tan estable, a todo mundo le urge tener una explicación. Te miran con la cabeza gacha, como a un cachorro abandonado: “¿Terminaron? ¿Cómo crees? ¿Qué pasó?”. Algunos hasta reclaman: “¡Ay, no! A mí me gustaba tanto esa pareja”, como que tu estabilidad es un placer que les estás negando por cabrona, para molestarlos. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Como si yo supiera. (…)”
Aguilar Mastretta, con una historia divertida y honesta, nos muestra cómo es que una relación, como la de Mari y Emi se forma, cómo se crean esos vínculos, cómo los personajes sin darse cuenta se comienzan a alejar, cómo se acaba una relación, quién tiene la razón o la culpa, cómo al terminar una relación de pareja comienzas a reconstruir una relación contigo mismo. Uno de los mejores aciertos de esta historia es adentrarse en la relación que María tiene con otros personajes, además de Emiliano. Tal vez al finalizar esta maravillosa y sencilla novela, podrás tener más preguntas que al inicio, pero la reflexión será la oportunidad de encontrar los ‘porqués’.
Marianela, de Benito Pérez Galdós
Un clásico de la literatura iberoamericana, el libro imperdible, que muy probablemente te dejaron leer en la secundaria. La historia de Marianela pudiera resultar trágica, desesperanzadora, cruel y hasta masoquista; sin embargo, el gran acierto de Galdós es descubrir a sus personajes hasta las vísceras. La novela que retrata la vida de la ‘pobre Nela’ es la oportunidad perfecta para que el lector pueda reconocerse en cada uno de los personajes, cuando de relaciones se trata; ¿qué tan dispuestos estamos a aceptar que a veces mendigamos amor porque nos consideramos desdichados, inferiores e insípidos como la Nela?; o ¿cuántas veces estamos tan ciegos por el ego de la belleza superflua, como para menospreciar toda belleza sublime que está tras una imagen poco estética? Siempre será una fortuna poderse cuestionar cómo nos comportamos en las relaciones, cómo permitimos que otros se comporten con nosotros, y si ante esas reflexiones queremos seguir en relaciones poco benéficas, entonces estamos dispuestos a aceptar que otros nos lleven por la vida como marionetas. ¿Qué pasa cuando nos hemos dado cuenta que nos han lastimado? ¿Reaccionamos temerarios y huraños, estaremos siempre a la defensiva? ¿Nos perderemos de los ‘Golfines’ de nuestra vida por lo que nos hicieron los ‘Pablos’?
Diablo guardian, de Xavier Velasco
Ese novelón que nos deja conocer la extravagante vida de Violetta, quien a su paso se encuentra con un hombre que sólo ha sido ‘Pig’, hasta que ella lo arrastra en sus hazañas, y logra convertirlo en su ‘Diablo guardián’; quizá nos dé una probadita de lo deleitante que es involucrarse con una persona que derribe nuestras creencias, ideales, normas o planes, o que quizá nos venga a dar ese empujón para vivir una vida fuera de los estándares tan predecibles y aburridos, que incluso nos arrancan el deseo de supervivencia. Violetta es un personaje del cual se puede aprender a sortear la vida, con todo y sus peores partes, sus peores personajes y sus mejores travesías, y quizá también nos puede mostrar cómo aceptarnos, cómo aceptar lo más jodido que traemos en la entraña, para así poder saber qué queremos y definir qué estamos dispuestos a hacer para conseguirlo; pero también nos da una probadita de lo que pasa cuando llevamos nuestros deseos al límite, y de lo que perdemos cuando somos voraces, al punto de quedarnos encerrados en un baño temblando de miedo, narrándole al ‘único amor de nuestra vida’, toda nuestra vida. Y lo mejor de ‘Diablo guardián’ es la narrativa tan simple y honesta, la cual logra engancharnos en cada línea, y que nos da las verdades sin rodeos, así como son: “Ahora mismo te cuento cosas de mi vida tratando de que no me juzgues mal, pero también haciendo todo lo posible para que al fin me odies como Dios manda. ¿Captas la idea, darling? Imagínate el odio de Dios; ahora prueba sentirlo en contra mía. No negarás que es el efecto que consigo cada vez que me pongo en plan intransitable. Puede haber mucha gente que me desprecie, o que me menosprecie, pero si un día sientes que de verdad me odias, acuérdate de todo lo que te pinche amo: soy el amor apache de tu vida. (…)”.
