El siguiente poema lleva el nombre de una musa, pero puedes hacerlo tuyo; continúa leyendo…
Yannick
Lloré un día entero
Evocando tu recuerdo.
Imaginarte es confuso,
En mi tinta un retrato iluso,
Cada momento al despedirme
Siento en tristezas hundirme,
Despedida, es sólo hasta mañana,
Y enseguida, mi alma te extraña
Podría no decirlo y callarlo,
Podría fingirlo e ignorarlo,
Pero me sentiría traicionado,
Ya que soy poeta porque hablo.
Hablo de mi tristeza porque te extraño,
Y de mis lágrimas amargas año tras año,
Soy poeta con tu recuerdo diáfano
Que lloro porque no puedo recordarlo.
II
Mujer labios de vino
con ojos cristalinos
de pecas y pechos finos,
dame razones y por ti vivo.
¡Déjame sentirte delgada
y por mí serás amada,
Déjame sentirte en calma
y pararemos en mi cama!
Háblame de lo que quieres,
te hablaré de mis amadas,
dime si puedes
ser inmaculada.
Dime poeta
te transformaré en letra
dime amante
y déjame tocarte.
Tercer poema para Yannick
En tus brazos me compartes tu calma,
llena eres de sensibilidad y ternura,
tus ojos me muestran tu alma;
cuando te abrazo puedes estar segura.
Puedo mirar en tus bellos ojos,
una gran y profunda melancolía,
que olvido al mirar tus labios rojos,
tan delicados que por ellos moriría.
Quisiera que pudieras sentir mi poesía,
que veas a través de ella mi vida,
una vida llena de alegría,
alegría narrada por un suicida.
Y así, amiga de gran belleza,
puedas eliminar tu tristeza.
“Gracia de Dios” es tu bello nombre,
eres gracia de este poeta, tu hombre.
**
No hay letras sin Dopamina, y tampoco sin algunos consejos para escribir mejor, por eso te compartimos 7 consejos para ser un escritor más productivo.
**
Las fotografías que acompañan el texto pertenecen a la artista Laurence; conoce más sobre su trabajo dando click aquí.