Como si se tratasen de instrucciones específicas, se dice que Dios escribió en dos tablas enormes la forma en que debía ser adorado y cómo se regirían los seres humanos con respecto a él. Hizo10 leyes en las que se indicaba con precisión cómo es que los creyentes debían rendirle culto y cómo gracias a ello, llegarían a conocerlo el día de su muerte. El encargado de difundir la información fue Moisés a quien le fueron dadas las tablas en el Monte Sinaí. Cuenta la historia que cuando Moisés descendía del monte, vio al pueblo adorar un becerro de oro, pues se habían perdido en el camino del mal.
Ante semejante acción blasfema y endemoniada, Moisés destruyó las tablas montado en cólera, por lo que él mismo y por mandato de Dios, talló las instrucciones —posteriormente llamados “Mandamientos”— en rocas para que no pudieran ser destruidas nuevamente. Desde ese momento el culto a Dios se efectúa según una serie de reglas que todo buen religioso debe cumplir. Esto resultó en una serie de dudas en la mente de la periodista de arte Lori-Anne Poirier.
«¿Es Dios es el artista más grande que existe puesto que fue capaz de crear lo que quiso y como lo quiso y resulta ser un mundo enorme lleno de bondad y maldad? O probablemente hemos estado juzgando mal y en realidad un artista tiene la capacidad de ser Dios, puesto que imagina, crea y plasma».
Es un hecho que Dios y un artista tienen el mismo trabajo, el cual consiste en crear vida y un mundo en específico salido de su cabeza y su forma de ver el mundo. Entonces, ¿por qué el arte no tendría una serie de instrucciones para ser adorado? Justo como Dios, se requiere de alguien que haga de él una leyenda y logre llevar la palabra a todo rincón en el mundo. Sin embargo, no hay un decreto real que haga del arte y el artista una presencia digna de adorar. No obstante, cada uno de los mandamientos descritos en las rocas podrían a ayudar a que el mundo del arte sea mucho mejor entendido y porqué no, le rindamos culto como si se tratase de nuestro Dios.
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No amarás una corriente por sobre todas las cosas
No hay necesidad de cerrarse al gran y multifacético mundo del arte con una sola corriente o disciplina cuando podemos conocer todas ellas. Cada una tiene una historia que contar y si se mezclan pueden nacer otras igual de buenas o inclusive, mejores. Otto Dix mantenía una relación muy estrecha con dos corrientes, el realismo y el expresionismo, mismas que se negaba a abandonar por el simple hecho de pertenecer a alguna. Así surgió su estilo particular el cual tomó, incluso, toques dadaístas. Así, Dix demostró que no hay que centrarse en una sola forma de hacer arte habiendo tantas disponibles y con cientos de oportunidades y obras disponibles para admirar.
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No dirás el nombre de un artista en vano
Si no conoces Gustav Klimt más allá de El Beso, tal vez no te deberías llamar seguidor y conocedor de su arte, puesto que una obra no define al autor. Seguramente no sabes qué realizó, pero publicas en redes sociales sus pinturas y te “identificas” con ellas y hasta las recomiendas, pero ¿qué más conoces del artista? Seguro no sabes que él no buscaba mostrar un beso romántico, sino enfatizar la sensualidad de la mujer tratando de lograr la emancipación de la misma, tan es así que se ponía en su lugar y vestía con túnicas. Era adepto a plasmar sexualidad y sus fetiches, así como elementos que denotaban la sexualidad femenina y era anti religión.
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Sacrificarás tu fanatismo
Puede que seas muy nacionalista, que tengas en tu memoria las obras de Frida Kahlo y sea el referente mexicano del arte por excelencia, pero no podemos engañarnos. Hay algunas pinturas, las cuales, no merecen el reconocimiento de los críticos. Si bien tiene obras como Las dos Fridas, El venado herido o Autorretrato con collar de espinas y colibrí que son realmente impactantes y con trazos muy definidos, tiene también momentos desafortunados en su carrera artística como Autoretrato con Stalin el cual realizó en sus últimos días de vida. Este cuadro fue hecho sin la fuerza suficiente, lo entendemos, pero no podemos promoverlo como la pintura que el mundo esperaba, ni siquiera como na buena obra puesto que no luce como las pinceladas de Frida, tampoco como una metáfora o una obra surrealista, es simplemente un cuadro sin talento. No todo el arte de Frida Kahlo es digno de ser colgado en la pared y debes aceptarlo.
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Honrarás los clásicos
El mandamiento anterior habla del engaño que nos hacemos como fanáticos. Este es lo contrario. En ocasiones odiamos a un artista o simplemente no parece digno de nuestra atención, pero debemos darle cierto mérito a todos aquellos que han hecho del arte un camino bien definido. El artista más odiado del mundo se llama Andrew Wyeth y la razón no es más que una crítica a su estilo. Él trabajaba en tiempos de Art Pop en donde el color predominaba, las características y objetos citadinos eran escasos o nulos en su obra y no había más que realismo en cada una de sus pinturas. La crítica lo odió por no seguir las vanguardias, pero en la actualidad, es uno de los más seguidos e influyentes en la pintura realista, incluso en algunos fotógrafos quienes san su sentido de perspectiva y encuadre como fuente de inspiración. Dale su crédito correspondiente.
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No matarás a ningún artista
El Grito es la pintura más reconocida de Edvard Munch quien pretendía «diseccionar almas» por lo que el tema más recurrente en su obra eran las tragedias y los sentimientos como la soledad, la angustia, la muerte y el erotismo; pero no sólo logró reconocimiento con aquella pintura terrorífica de un ser gritando asustado, sino que lo hizo con la creación del expresionismo, puesto que a él se le atribuye el hecho de haber sido el precursor de dicho movimiento. Con semejante aportación, muchas personas sólo hablan de su famosa pintura sin ni siquiera asomarse a todo lo que el noruego hizo por el arte.
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No comprarás réplicas
El escultor Jorge Marín ha luchado por cerca de una década por crear una serie de normas y leyes que respalden a los artistas, ya que él ha sido uno de los artistas más plagiados de todos los tiempos y el más robado en México, ya que su colección Bronces es una de las más plagiadas y vendida en el mercado negro como original y en otras ocasiones el descaro sobresale comercializándolas como copias no certificadas, las cuales tiene un costo tan alto como las originales. Él asegura que las obras son clonadas con métodos como moldes y placas o son replicadas por un artista con una visión muy precisa para imitar cada uno de los movimientos y formas. Si sabes que una obra no es legítima, no la adquieras, no demerites el trabajo de los artistas, mismos que hacen lo imposible por tener reconocimiento en el mercado.
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Robarás y aceptarás que los artistas lo hagan
Picasso decía «Los malos artistas copian. Los buenos roban» y no hace referencia a una extracción de las obras físicamente, sino de las ideas, pero en sentido ideológico. Es decir, ¿qué habría sido del propio Picasso sin la influencia de Vincent Van Gogh, Paul Cézanne o Paul Gauguin? Quizá habríamos tenido un artista poco creativo, sin mucho reconocimiento u obras sin alma. En cambio, “robó” el estilo de aquellos artistas y se los apropió para crear su propia corriente y sin pensarlo se convirtió en el principal expositor del cubismo.
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No asistirás a una exposición sin informarte
Aplica también para instalaciones y performances. Existen personas que acuden a la exposición de Andy Warhol con la esperanza de ver las obras más conocidas del padre del Art Pop como la Marilyn Monroe de colores o las latas de sopa; sin embargo, no son precisamente las obras que más sobresalen en la exposición. La mayoría conoce sólo ese par y no más. Otros más llegan a tomarse sus fotos con Silver Clouds la famosa instalación con globos plateados merodeando el lugar, pero ¿acaso alguien se informa sobre qué significa? Él buscaba interacción entre el público y la obra creando una dependencia entre sí.
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Aceptarás la evolución
Sebastián comenzó haciendo esculturas geométricamente identificables y sencillas. Sin embargo, creía que esta disciplina era como el lenguaje. Es decir, todos hablamos un mismo idioma, pero lo usamos de diferentes maneras. Unos de forma poética, otros más coloquial y unos más, de forma académica. Él usaba la geometría a su manera y poco a poco le dio forma a su estilo. Comenzó con rosetones y terminó con figuras casi indescifrables o que pocas personas logran interpretar. La crítica asegura que su estilo ha ido mejorando y evolucionando con el paso de los años y que incluso a creado una especie de surrealismo geométrico. El escultor comenta sobre esta evolución «Siempre tuve la ilusión de hacer algo monumental, me emocionaba lo magnífico del paisaje. Ver los atardeceres y los colores de los cerros a lo lejos […] quería colocar una marca para no perderse».
Dios es un artista y el artista es Dios. Lori-Anne Poirier sabe que cada uno de los artista crea e inventa, revoluciona y plasma sus deseos, sueños y vivencias, de modo que estos mandamientos bien pueden funcionar para otras disciplinas. Si Dios logró crear una serie de reglas para ser venerado y adorado, el arte puede seguir sus pasos y tener una serie de fanáticos que le amen y respeten, pero sobretodo que entiendan la magnitud y alcance de éste, así como sus pros y contras.
Amén.
