Ubicado en las inmediaciones del Centro Histórico de la Ciudad de México y en la cercanía de la colonia Juárez, este lugar se caracteriza por la paradoja de su concepto que les otorga la libertad de ser y no ser todo aquello que las personas pueden pensar del espacio.
La paradoja que envuelve a este sitio está en su mismo nombre: Not A Gallery plantea el concepto de que no son una simple galería, así como tampoco son un simple estudio de tatuaje.
En realidad, Not A Gallery se conforma como un espacio en el que sus creadores son multidisciplinarios, ya sea mediante el tatuaje, la pintura o la música los artistas se expresan y contribuyen a la producción de arte mexicano.
Foto: Chad Santos
El tatuaje es un arte antiguo cuyos primeros ejemplos datan de hasta más de 6 mil años de antigüedad, su uso sobre la piel ha mutado con el paso del tiempo, por ejemplo se utilizó para marcar a los criminales, pero también ha tenido un propósito estético, así como de identificación cultural, además de que también ha sido un símbolo de jerarquía en ciertas culturas y tribus urbanas.
Tal es el caso de la yakuza, la afamada mafia japonesa que retomó el arte del tatuaje propiamente japonés llamado irezumi para demostrar tanto la capacidad de cada miembro de soportar el dolor como de una distinción entre sus propios miembros y, por supuesto, con el resto de la sociedad japonesa.
Foto: Chad Santos
Si bien en Occidente las técnicas del tatuaje se desarrollaron de una forma distinta a la de Japón, lo cierto es que la connotación negativa que alguna vez tuvo fue universal, así como su paulatina aceptación y adopción entre las nuevas generaciones que además de ver en el tatuaje una posibilidad de expresión, también lo han convertido en una gran oportunidad de llevar sobre su cuerpo una obra de arte.
Foto: Chad Santos
Es de tal forma en el que al entrar a este sitio distintos formatos y soportes del arte convergen, además de las piezas de arte contemporáneo de talentos nacionales e internacionales que cuelgan en sus paredes, también están las que los artistas crean en la biblioteca del piso superior y que posteriormente trasladan a la piel.
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Foto: Chad Santos
Ésta es una de las premisas principales de Not A Gallery: cada tatuaje es una pieza de arte que debe pensarse y trabajarse de la mano entre el artista y la persona que fungirá como el lienzo de la pieza, creando así una sinergia interesante en la que el arte si bien puede existir con la mera creatividad y talento de los artistas, también requiere de otra persona que accione cada obra de arte y, de cierta forma, la convierta en una obra capaz de exhibirse en más de un lugar conforme su portador viaja.
Conoce más del trabajo artístico de Not A Gallery a través de sus redes en Instagram y del trabajo fotográfico de Chad Santos.
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