¿Cuál es la obra de arte perfecta? La moda y la mayoría se inclinan por la pintura, antiquísima técnica fácil de digerir que no representa un reto para el espectador. Otros buscarían la respuesta en el arte contemporáneo apelando a la idea de que el progreso es la respuesta, lo más reciente como registro de lo mejor. El arte es subjetivo y aunque se sostiene con bases rígidas y muchas veces inamovibles, tal vez las obras perfectas son esas que deciden transformar o ignorar los cimientos del arte para representar algo único. Así son las obras de James Turrell.
Su obra carece de materia, sin embargo transforma las salas para que puedas apreciar la obra; es intangible pero también se encuentra ahí. Conceptual porque el material que hace a las obras es la luz, un juego completamente diferente a lo que puedes esperar de un festival como Filux, sus piezas están cargadas de elementos simbólicos y filosóficos, a veces agregados por él (en consecuencia de trabajar con la naturaleza) pero casi siempre impuestos por el espectador.
«Mi obra es más acerca de tu visión que de la mía, aunque sea producto de mi visión. También me interesa el sentido de la presencia del espacio; ese espacio en el que sientes una presencia, casi una entidad -ese sentimiento físico y poderoso que el espacio puede dar»
Según Kant podemos observar la realidad, pero nunca entenderemos por completo lo real, la esencia última de las cosas. Así es el trabajo de Turrell, es realidad intangible que percibimos e intentamos entender a pesar de que la obra va mucho más allá. Con una fascinación por la luz desde la infancia, pasión por el arte emergente de su época y miles de horas volando aviones, el artista moldeó lo que hoy sería su firma. Figuras geométricas creadas a partir de la luz, cuartos ambientados que parecen salidos de sueños surrealistas y minimalistas, así como juegos de luz creados a partir de la naturaleza.
Estudiante de Psicología, también se aventuró en Arte, Matemáticas, Astronomía y Geología. Durante los años sesenta comenzó a trabajar con la composición de la luz y sus primeras obras tal vez hoy parecen poca cosa, pero en tiempos en los que el arte moderno dominaba con la pintura abstracta y el nacimiento del performance, la idea de mostrar luz y nada más era un acto impensable.
Después de intervenir esquinas y puntos específicos de un cuarto cualquiera para crear una obra de luz, comenzó a hacer del espacio el lienzo para la obra. Se convirtió en un creador de atmósferas, un mago de la ilusión y además de eso le dio otro sentido a la mezcla de diseño, arquitectura y arte.
Desde entonces James Turrell sólo ha logrado transformar la percepción humana, llevándola por paisajes inimaginables. Él resta el peso filosófico a su obra pero son los espectadores quienes se lo dan. Mientras crea estos espacios de contemplación y meditación sin un discurso político o estético en particular, las ideas, originadas por la catarsis de sus obras, son complejas y suelen estar al tanto de la vanguardia artística.
Todas sus obras son una muestra del ethos del arte. Esa indiscutible característica que te hace admirar y reflexionar en torno a los temas más relevantes de la humanidad. Sin embargo, su magnum opus es una obra que lleva en desarrollo desde 1977. “Roden Crater” es el nombre de la pieza y el cráter en la que ésta se encuentra. Un remoto volcán extinto en el norte de Arizona es el lugar en el que Turrell lleva décadas preparando el trabajo de una vida.
“Sun Moon Chamber”, “Alpha”, “Creater’s Eye” y otras obras individuales forman el conjunto del cráter. Entre todas hacen una especie de museo que será el legado de Turrell al mundo. Obras creadas para ser apreciadas a través de la luz que él diseña, pero también muchas que necesitan del movimiento del planeta para funcionar de forma correcta. Turrell hace que incluso los astros sean parte de la obra, pues el movimiento del planeta no es el mismo todo el año, por lo que hay obras que solamente pueden apreciarse en su totalidad durante ciertos meses o incluso durante ciertos años.
« Mi deseo es crear un situación en la que yo te llevo y te dejo observar. Se convierte en tu experiencia»
https://www.youtube.com/watch?v=ddLobGYn8fM
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Se esperaba que “Roden Crater” abriera sus puertas en 2011, pero hay muchos factores determinantes que no lo han permitido y ahora, en su etapa final, la gente está cada vez más ansiosa por conocer uno de los trabajos más importantes del arte contemporáneo. Tal vez no sea tan conocido como otros artistas, pero sin duda lo que Turrell ha hecho es lo puede consagrar como uno de los artistas vivos más importantes y uno de los más relevantes del siglo XX.
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Fuente
Roden Crater
James Turrell