David Alfaro Siqueiros fue uno de los grandes muralistas mexicanos, su obra adorna muchas de las paredes y techos emblemáticos de nuestro país. En sus pinturas se refleja además de su gran talento sus definidas posturas políticas comunistas y anti sistémicas, las cuales le llevaron a pisar la penitenciaría el Distrito Federal, es decir la cárcel de Lecumberri en 6 ocasiones.
Estas posturas políticas de Siqueiros se forjaron a la par de su carrera, cuando estudiaba en la Academia de San Carlos se unió a la huelga estudiantil de 1911. Casi 20 años después formó parte de una fuerte protesta el 1º de mayo, motivo que le valió su primera visita a la cárcel durante casi un año. O su participación voluntaria en la Guerra Civil Española entre 1936 y 1939.
Su última estancia en prisión fue en el año de 1960, al ser acusado por el delito de disolución social y de ser el presidente del Partido Comunista Mexicano, se le condenó a 8 años de confinamientos social, una vez más, en la prisión de Lecumberri. El pintor le pidió a su esposa la fotografía de los jueces que lo condenaron así como del mismo presidente Adolfo López Mateos para realizar una pintura a manera de protesta, sin embargo, no existe ningún registro o boceto de esta obra.
Foto: MX CityPero así como no pudo privarse nunca de sus pronunciamientos políticos, tampoco pudo librarse de su recurrente y provechoso hábito de pintar, por lo cual no es extraño que Siqueiros siendo prisionero entre 4 frías paredes en una celda en la cárcel de Lecumberri, aprovechara la etapa de confinamiento para valerse de sus brochas y pinturas para liberar su mente.
Existen diversas pruebas artísticas del paso por la cárcel de Lecumberri, las obras más famosas son quizás 2 biombos que se hicieron bajo pedido del taller de teatro de la prisión que se encontraba montando la puesta titulada Licenciado no te Apures. Sobre esta obra, Siqueiros explicó en una entrevista al poeta Sergio Mondragón desde la cárcel:
«Con la escenografía de Licenciado, No Te Apures, realizada en biombos, se inició el género de la pintura artística aplicada al teatro, un estilo novedoso de indudable porvenir».
Foto: MX CityLos biombos cumplieron su función escenográfica y luego se perdieron misteriosamente, en 1986 el abogado y pintor Alberto Antebi lo encontró y lo donó, mientras que el Archivo General de la Nación recuperó el otro (en muy mal estado) en 2015. Alejandro Ávila, jefe del departamento educativo del Archivo General de la Nación, comentó lo siguiente;
«Estaba arrumbado, con orines, no estaba en condiciones para su exhibición. El otro estuvo desaparecido por muchos años, no sabemos porqué no lo entregó en su momento, qué pasó con él, y finalmente apareció en una subasta en 2015 en la Casa Morton, el Archivo logró frenar la subasta y adquirió el biombo».
Foto: El Heraldo
Los dos biombos tuvieron pasaron por severos procesos de restauración para poder realizar una exhibición en el Palacio negro de Lecumberri, hoy sede del Archivo General de la Nación. Ahora se puede apreciar la escenografía retratada por Siqueiros y dividida en los 4 momentos de un abogado de oficio y su defendido: domicilio del licenciado, sala de defensores, rejas de juzgado, y patio central de la prisión.
Foto: Archivo General de la NaciónEn portada: Wikimedia Commons
