Muchos recordarán a Aleister Crowley como uno de los más notables y legendarios místicos y ocultistas de todos los tiempos. También, entre el morbo por lo oculto y la historia de las filosofías oscuras, es reconocido por ser el creador de la religión Thelema, autor de El libro de la ley y El libro de Troth, importantes obras bibliográficas sobre ocultismo, y el hombre que llevó al infierno a los más grandes músicos de la historia. Sin embargo, como suele suceder con quienes forjan una reputación más allá de sus propios talentos, su oficio artístico no es lo primero que viene a la mente. ¿Cómo son las pinturas del ocultista Aleister Crowley?
St. Dorothea
Crowley formó parte de la Hermetic Order of the Golden Dawn, junto a nada más y nada menos que el poeta William Butler Yeats. En comparación con él, Crowley no podía destacarse ni competir. Además de la poesía, los intereses del ocultista, catalogado en su época como “el hombre más malvado del mundo” por la prensa británica, incluían al mismo tiempo el montañismo, algo que puede evidenciarse en su visita a México y su papel en la Revolución.
The Hierophant
Todo esto, no obstante, no tiene tanta relevancia como los temas esotéricos. Es ahí donde las pinturas surrealistas de Aleister Crowley encuentran un lugar privilegiado, pues suelen tomar por sorpresa incluso a los más fehacientes seguidores.
En el año 2013, el pintor Roberto Buratti, discípulo de Thelema y miembro del Gremio de Arte de Ordo Templi Orientis de Australia se encargó de curar la exhibición Windows to the Sacred, la cual incluyó algunas de las pinturas surrealistas de Aleister Crowley. Cómo él lo describe, el famoso ocultista “nunca ha sido reconocido por su faceta artística”. Ni siquiera los tabloides, que hacían comidilla con otros aspectos “más relevantes” de su vida, simplemente no le prestaron atención.
The Moon (Study for Tarot)
Buratti sostiene que la importancia del Crowley pintor reside «en su reconsideración del arte como un componente central en su teoría mágica del universo y, en particular, su habilidad para despertar ‘nuestro ser secreto’, nuestro ego subconsciente, cuya imagen mágica es nuestra individualidad expresada en forma mental y corpórea».
The Sun (Self-portrait)
Según Buratti, las obras de Crowley, a quien le gustaba llamarse “La Gran Bestia 666”, encuentran referencias en el surrealismo, en cuanto a sus propiedades formales, aunque podría decirse que el ocultista se inspiró en el trabajo de Paul Gauguin. Buratti también señala que las cualidades toscas y primitivas hacen recordar la técnica de artistas como Georges Rouault y a la primera época preabstrascta de Vasili Kandinsky.
Las obras surrealistas de Aleister Crowley fueron la principal inspiración para el cineasta Keneth Anger y su corto Brush of Baphoment. En este audiovisual la cámara captura de cerca varias obras del famoso místico, haciendo especial énfasis en los símbolos místicos muchas veces indescifrables y enigmáticos.
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Ya que leíste sobre la otra faceta artística de Aleister Crowley, seguramente encontrarás sumamente interesante la historia de Osman Spare, el pintor ocultista que casi nadie conoce.