El cuerpo tiene su propio laberinto,
su oculta geografía de caminos y posadas.
El cuerpo recuerda, es verdad, es verdad, y sus memorias
nos hablan de esplendores sedosos y humedades.
Alejandro Oliveros
El arte, la literatura y el cine siempre ha mostrado una atracción hacia la belleza y la vulnerabilidad del cuerpo humano, pues la corporalidad está implícita en casi todo lo que nos rodea; por ejemplo, la poeta venezolana María Auxiliadora Álvarez, en su poemario “Cuerpo”, abarca temas que afectan los cambios físicos y emocionales de una mujer, pues a través de lo palpable es posible exteriorizar los sentimientos que parecen formar nudos en nuestro interior; eso que duele, que se abre como una herida y no cierra.
La mayoría, alguna vez, hemos visto las ilustraciones anatómicas que adornan las salas de espera de incontables consultorios médicos que sirven para explicar el funcionamiento interno, por lo que muchos artistas en la actualidad han intervenido estos dibujos con el fin de crear obras de arte en las que se trasmita un tono más emocional y sensibilizado. Artistas innovadores están experimentando con esta fascinación por medio del arte contemporáneo, en grafitis, tatuajes, moda, entre otros, desde una nueva concepción corporal.
Así es como surge Frenando Vicente, un exitoso artista español conocido por su trabajo ilustrativo comercial y sus pinturas galardonadas. Su trabajo, cautivador y lleno de sensualidad, se inspira en las ilustraciones anatómicas de los siglos XVIII y XIX, las fotografías de moda de los años 50 y las grandes obras de la pintura clásica.
Sus obras exhiben a mujeres dueñas de una anatomía que cautiva al permitir una intersección entre la belleza interna y la externa, con el fin de jugar con las capas de piel y presentarnos un nivel de intimidad que promueve la aceptación del cuerpo.
“Aunque la belleza es sublime, a menudo surge como un contraste con la dura realidad de las vísceras dentro de nuestros cuerpos. Sin esta belleza, creo que mi trabajo estaría al borde de la sangre derramada y ésta no es mi intención, porque paradójicamente, creo que hay belleza en el interior del cuerpo humano, que no es el caso para la mayoría de la gente”.
—Fernando Vicente


El trabajo del artista se resume en dos series principales: Vanitas es un ejemplo de pintura barroca que habla de la obsesión que se tiene con la perfección física; y Atlas muestra las diversas formas que podrían tener los mapas a través de la fisionomía.
Aunque comprende que su trabajo quizá pueda causar repulsión, para el artista, pintar lo subliminal del cuerpo humano es la última frontera a cruzar y normalizar la desnudez. Al contrario de los medios que suelen mostrar imágenes más crudas, el pintor se esfuerza por enseñar la corporalidad en sus formas más puras y no en lo grotesco.
El trabajo que realiza es remover la ropa de sus modelos para reafirmar la idea de que en el interior todos somos iguales, pues la verdadera belleza siempre estará dentro de nosotros.
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Para conocer más trabajo del autor, visita su página oficial: Fernando Vicente.
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El arte de la corporalidad logra que el público sienta una conexión inmediata al sentirse dentificado con lo que ve, como la siguientes imágenes de cuerpos que se pierden en un espacio indeterminado; además, la anatomía también puede explorarse a través de la poesía, por ejemplo, el siguiente poema nos muestra las 23 definiciones de la palabra “cuerpo”.