“Cuando uno extraña un lugar, lo que realmente extraña es la época que corresponde a ese lugar; no se extrañan los sitios, sino los tiempos.” Jorge Luis Borges
¿Qué es lo que convierte a un espacio común en un lugar mítico?
En definitiva, el misticismo responde a elementos que superan lo físico, no es la estructura del inmueble el único rasgo que define el valor de la arquitectura, sino la energía que habitó entre sus paredes y los sucesos que atestiguaron sus rincones.
Cuando somos turistas y nos aventuramos hacia lo desconocido, no elegimos los sitios que visitamos sólo por las características de sus construcción, también lo hacemos porque los lugares se convierten en cronistas de hechos y refugios de momentos resguardados para desafiar las épocas. Así pueden ser documentos de un pasado trágico, como Auschwitz y cada campo de concentración, o anécdotas invaluables como aquellos clubes nocturnos que escucharon nacer nuevos géneros musicales; incluso logran transformarse en ficción, mezclas edificadas entre la realidad y la fantasía, como aquellos lugares que inspiraron a los grandes escritores y después reciben miles de visitantes curiosos como la casa de Julieta Capuleto en Verona, o el Castillo de Bram, mejor conocido como el Castillo de Drácula.
La carga subjetiva de los espacios es el concepto que habita las obras de Rosson Crow, una joven artista estadounidense, apasionada por la Historia y sus misterios. Su trabajo nos invita a reflexionar sobre los relatos que creamos para contar nuestra propia historia, y la importancia del contexto para determinar el curso de la vida; es por eso que suele retratar escenas de espacios interiores, íntimos y alejados del turbulento mundo que sustituye la fantasía por la rutina.
En grandes lienzos tiñe muebles y paredes con los colores neón del exceso, lo excéntrico, y lo seductor de la vida. Sus obras siempre son a gran escala, por lo general con alusiones a otras épocas, retratadas de forma teatral. Desde un salón decorado al estilo barroco, hasta un popular club nocturno en Las Vegas, transitando la década de los 20 hasta aterrizar en los 60, para capturar el glamour, las luces y la cultura visual que la hipnotizan.
Reimagina el pasado y lo plasma en atmósferas perdidas en el tiempo, intervenidas con acrílico, óleo y pintura en aerosol, para exteriorizar las imágenes de una memoria colectiva, lugares que quisiéramos haber conocido, con el agridulce sentido de la nostalgia.
En sus escenas se recrean otros tiempos, para exorcizar fantasmas y alimentarse de la energía que habita los espacios olvidados. En la creación contemporánea de Rosson Crow, la Historia no es un concepto inerte, sino una visión abstracta y una recopilación en construcción de anécdotas y rumores. Para ella, el espacio histórico no es real, es imaginado o recreado continuamente por los relatos del presente.
En su primera producción audiovisual, el filme “Madame Psychosis”, se inspiró en el asesinato del presidente John F. Kennedy, en 1963, pero sobretodo en una misteriosa mujer que ha sido captada en diversas fotografías y vídeos del suceso histórico que marcó la crónica política de los Estados Unidos. Esta mujer que permanece en el anonimato es la protagonista del filme de Crow, en una travesía por la intrigante psique de esta testigo silenciosa cuya declaración podría cambiar trascendentalmente la Historia oficial de un país.
La escenografía de los sets de filmación son en realidad sus pinturas en gran formato, la oportunidad ideal para que Crow transformara su visión estética a una tercera dimensión a través de la cámara, reventando el lienzo.
El arte del cortometraje mantiene su carácter plástico, combinando los espacios con las infinitas posibilidades de la ficción, con una visión poética del pasado y una mirada crítica ante la repercusión que tienen los hechos históricos en el presente. Sumergirse en sus hipnotizantes atmósferas de caos a través de la cámara ofrece una onírica travesía alejada de la fría seriedad académica para soñar la Historia y apropiarnos de ella.
Contemplar las pinturas de Rosson Crow, siempre ofrece nuevas interpretaciones y narrativas, los efectos psicológicos del color en sus lienzos trazan múltiples emociones, al igual que otros artistas que revolucionan y hacen vibrar al mundo.