8 pinturas demoniacas que esconden terribles maldiciones

8 pinturas demoniacas que esconden terribles maldiciones

8 pinturas demoniacas que esconden terribles maldiciones

En la pared del Hotel Driskill en Austin, Estados Unidos, cuelga uno de los cuadros más extraños a los que varias personas se han expuesto. Se trata del retrato de una sonriente niña de aspecto angelical y que aún así esconde uno de los misterios más oscuros del arte; pues aunque ésta no es una pintura fuera de lo común o de un aspecto especialmente perturbador, quienes se paran frente a ella comienzan a sentir intensos mareos e incluso hay quienes se han desmayado al mirarla fijamente.

De acuerdo con los propietarios del hotel, ese cuadro está cargado con una especie de maldición y aunque se les ha solicitado que lo retiren, ellos mismos se niegan a hacerlo; pues creen que dicho acto podría traer consecuencias mucho peores. Quizá esa creencia se debe a que estas personas han escuchado las historias detrás de estos otros cuadros que también parecen estar poseídos:

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Niños llorones

Bruno Amadio

Esta serie de 27 cuadros de niños de la calle llorando es una de las más famosas en lo que a maldiciones artísticas respecta. Además de que todos sus dueños han muerto de manera trágica y misteriosa, algunos de estos cuadros han sobrevivido a incendios y toda clase de catástrofes.

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“The hands resists him” (1972)

Bill Stoneham

En el 2000 este cuadro fue puesto en subasta vía eBay y fue el mismo vendedor quien afirmó que la pintura estaba poseída por una especie de ente oscuro. Aunque nunca le hizo daño, dijo que algunos de sus dueños anteriores habían sufrido finales trágicos y que de hecho algunas noches los niños en la pintura se peleaban.

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Retrato de Madame Lalaurie (1997)

Ricardo Pustiano

Este cuadro —que hoy se encuentra en la casa de su autor— es famoso no sólo por ser el retrato de una de las esclavistas más despiadadas y sangrientas de Nueva Orleans, sino porque Pustiano parece haber captado tan bien la figura de la mujer que el cuadro literalmente cobra vida por las noches. Según el artista, la imagen emite ruidos de respiraciones y tragar saliva; incluso a veces se mueve de lugar.

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“Venus del espejo” (1647)

Diego Velázquez

Si bien es una de las pinturas más importantes del siglo XVII al ser la primera en representar a una Venus completamente desnuda, hay quienes aseguran que hasta el momento todos los museos en el mundo se pelean por no tenerla en su catálogo; pues le rodea una especie de maldición que lleva a sus propietarios a la ruina total y finalmente la muerte.

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La obra completa de Yuko Tatsushima

No hace falta ser un experto en arte para saber que las pinturas de esta artista japonesa de 44 años. Su obra a menudo representa figuras de mujeres muertas o mutiladas, cuya mirada es aterradoramente inquietante. Quienes han visto a estas figuras fijamente a los ojos aseguran que han visto a la muerte a través de esa mirada perdida.

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“La madre muerta” (1900)

Evdard Munch

Aunque todos estamos de acuerdo en que la obra más perturbadora de Munch es “El Grito”, tanto la historia como la maldición que la rodea son realmente aterradoras. Según los estudios, el cuadro representa a la hermana y a la madre de Munch justo cuando ésta última falleció, quizá esa es la razón por la que el cuadro despide un inquietante olor a cuarto de hospital.

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“La pintura de un hombre sin cabeza”(1990)

Laura P.

Esta pintura está basada en una fotografía de James Kidd quien asegura que al momento de fotografiar la desvencijada carreta la figura descabezada no se encontraba ahí. La autora de este cuadro se obsesionó tanto con la escena que no paró hasta reproducirlo a detalle; sin embargo, cuando lo terminó, hubieron personas que le alertaron sobre gritos, ruidos y golpes que parecían venir de la pintura.

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“El hombre propone, Dios dispone” (1864)

Edwin Landseer

Desde la estampa que retrata, este cuadro es definitivamente espeluznante. Se trata de un par de osos polares que devoran eufóricamente a la tripulación de un pequeño barco encallado en el hielo. La original se encuentra en la galería del Royal Holloway College de la Universidad de Londres y hay instrucciones precisas de que sea cubierta en épocas de exámenes, pues se cree que conduce a los estudiantes a la locura.

Cualquiera que sea el motivo por el que estas pinturas hayan sido creadas o maldecidas, no hay duda de que su figura representa un verdadero misterio para todos aquellos que se han parado frente a ellas y han vivido para contarlo. Ya sea por mera coincidencia o por una fuerza que nadie entiende, nunca está de más creer al menos un poco en las historias detrás de estos cuadros.

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