El trastorno narcisista de la personalidad es casi tres veces más frecuente para los jóvenes de hoy que para los de las pasadas generaciones. De 1982 al 2009, el puntaje de narcisismo en estudiantes universitarios creció en un 58 %, así lo revela el artículo Millennals: La generación de yo yo yo, publicado por Time en 2013. La edición ilustrada con una fotografía de una chica tomándose una selfie, muestra la nueva era del egoísmo exacerbado.
Las siguientes ilustraciones te mostrarán todo el nihilismo y lo absurdo de nuestra generación:
Quienes habitan este tiempo creen saberlo todo, pero lo cierto es que no tienen la mínima idea de lo que hacen con sus vidas. Hacia dónde van, qué demonios quieren, qué es lo que buscan de su existencia. Aunque aseguran que no les importa en absoluto el futuro, lo cierto es que no hay de otra que hacerse el indiferente. ¿Cómo decir que, por dentro, comienza un terremoto de incertidumbre y temor al imaginar los años de vejez? ¿Cómo decir que colisionan cada vez que miran cómo toda la estabilidad se desmorona bajo sus pies?
Vivir en un mundo de simulación. Simular estar bien, simular ser felices, simular tener un sentido. Nada de eso es cierto. #happy #friends #love #sunday. Horas que suman días, días que suman semanas, meses y años. La vida sucede al ritmo de pulgares desplazados en una pantalla táctil. Asomados hacia la vida de otros, siempre mejor, siempre más. Se trata de una constante lucha implícita sobre quién puede causar más envidia.
La verdad es que este es un tiempo en el que la incertidumbre se desayuna, se come y se cena. Nadie tiene claro qué pasará mañana. Una obviedad asqueante circula por las calles, entra a las casas y se instala en nuestras habitaciones. Existe una obligación subrepticia a pensar en lo correcto, en lo que absolutamente todo el mundo toma como sano o bueno. La supuesta libertad de pensamiento y la insubordinación de la opinión no es más que una farsa.
Amores desechables, sentimientos de rehúso, emociones recicladas. Palabras vacías y sin sentido. Lo mismo de siempre, siempre. Las mismas maneras de vestir, los mismos millones de intentos de ser “diferentes” y “únicos”. No hay asideros, no hay manera de sostener nada ni ser sostenido. No hay fundamentos, bases, principios trascendentales que den un sentido ni una dirección. ¿En qué creen? , ¿cuándo van a ponerse de acuerdo?
Al final, la muerte, que también es nada, los esperará con una hipócrita sonrisa. Llegarán a ella sin temor, sin esperanza y sin ninguna oposición; toda su vida han estado muriendo un poco todos los días; con el culto idiota de los excesos, con la depresión y la ansiedad como padecimientos “de moda”, con el aniquilamiento de toda la sensibilidad y la compasión.
Todas estas ilustraciones pertenecen a Mars blac’, una artista del Reino Unido que define su trabajo como autodidacta. «Un guiño al anonimato de los avatares de la era moderna, nombres de usuario y múltiples identidades en línea, una nueva forma de cultura pop que se está ahogando en el contenido y referencia digital», describe.
Estas pinturas al óleo, según la propia creadora, son «escenas de símbolos, figuras y objetos yuxtapuestos que chocan contra paisajes surrealistas. El trabajo responde al mundo digital impredecible y disparate que ahora habitamos, reflejando de los aspectos más oscuros a los más ridículos de la humanidad y creando nuevas realidades distorsionadas». Síguela en Instagram para no perderte nada de su trabajo.
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Metadescripción
Estas pinturas revelan desde los aspectos más oscuros hasta los más ridículos de la humanidad.