Espirales que caen como cascada en un mar negro que toma formas de la imaginación. Picos que nacen de la superficie y suben como agua que se desliza por un cuerpo sólido. Triángulos negros que danzan al ritmo del líquido que se tambalea en espera de una nueva figura. Así es el arte de Sachiko Kodama; una artista japonesa quien a través de ferrofluidos (líquidos que se polarizan en presencia de un campo magnético y que por sus propiedades magnéticas responden a la cercanía de campos imantados cambiando de forma), crea esculturas como objetos en movimiento.
Con estudios en Artes Plásticas y medios electrónicos diversos, Kodama siempre estuvo interesada en la ciencia, por lo que decidió unir ésta y el arte para hacer esculturas elaboradas con ferrofluidos que además, se mueven.
Morpho Tower es el nombre de la serie de Kodama compuesta por esculturas del material obtenido a partir de diluir partículas ferromagnéticas en un disolvente como agua o aceite, que mantienen sus propiedades magnéticas aún en estado líquido. El trabajo de Kodama busca cambiar la forma orgánica del arte controlando el ferrofluido por medio de electroimanes; éstos actúan controlando el campo magnético del material y a su vez, son manejados por tecnología y computadoras que hacen al líquido cambiar su forma.
El movimiento es parte esencial de la obra de Kodama, quien emplea un proceso sencillo para crear sus estructuras. Una pieza de hierro creada de la imaginación de la artista se cubre por el ferrofluido en estado líquido, las formas que la estructura de hierro adopta son manipuladas mediante tecnología que controla la potencia del electroimán y cuando el campo magnético en la superficie de la estructura se intensifica, se mueve hacia arriba creando picos que parecieran bañar a la pieza controlada por el electroimán.
Es decir, los picos o espigas que giran alrededor de la estructura dependen de la intensidad del campo magnético. Así mismo, el líquido en la superficie experimenta cambios en su textura pasando de estado líquido a sólido, el cual responde siempre a un sistema informático que la artista controla.
“La inspiración para mi obra viene de la vida y la naturaleza. Las formas orgánicas, la geometría y la simetría observada en las plantas y los animales son factores importantes de inspiración para mis esculturas. La forma de movimiento de animales y otros materiales naturales también es importante. Ritmos de la respiración en los seres vivos son una excelente metáfora para una textura que cambia de forma dinámica en función del tiempo”.
El trabajo de Kodama ha sido exhibido en el Museo Nacional de Artes de Taiwan, el Museo Metropolitano de Fotografía en Tokio y el Museo de la Ciencia en Los Angeles, por mencionar algunos. Sachiko recibió el Gran Premio en el 5 º Festival de Artes Audiovisuales de la Agencia de Asuntos Culturales en Japón.