Serge Marshennikov (1971) hace obras que deambulan entre la inocencia y el erotismo con un realismo desconcertante, que llega a invitar a tentar la piel pálida de sus mujeres que están entregadas al sueño, y que por un momento perdemos de vista que no son más que engaño, que representación, que una copia.
Nos llama la atención que son mujeres libres, sin ataduras. Que no las limita la piel. Dejando al descubierto sus atributos, con sus largos cabellos que nos hablan de sensualidad, de juventud, de lujuria. Marshennikov las coloca en la más cómoda de las posturas, dejando a la vista su corporeidad y su perfecta anatomía. Nos invita a tocarlas, e incluso a poseerlas. Son mujeres representadas como frágiles doncellas, convertidas, sin duda alguna, en objeto de deseo.
El artista nacido en Rusia, practica el dibujo y la pintura desde niño. Representa a la belleza y virginidad rusa con dignidad, bajo la aplicación de luz y sombras de manera que atrae, que inspira. Algo en estos retratos hipnotiza, nos hace envidiar el estado de soltura, de desinhibición, el descanso absoluto sin pudor. Entre la belleza que caracteriza cada pieza, incluso existe un factor de miedo; una actitud voyerista. Están siempre solas, indefensas. Incluso como ausentes. Y nosotros, dóciles espectadores, desde cerca las envidiamos, las detallamos pero no nos atrevemos a interrumpir su sueño.El trato que le da el artista no sólo a sus figuras, sino a sus telas, a las sábanas que acarician los tiernos cuerpos, a las delicadas prendas que estas visten, nos hace dudar. Nos obliga a detenernos y comprobar si no se trata de una fotografía por el realismo con el que está ejecutado el trazo. Son mujeres en la edad de la inocencia, mujeres que puede jamás hayan probado los placeres de la carne; sin embargo, al acercarlas tanto al espectador, al dejarlas indefensas, nos resulta incluso un trabajo siniestro, pero sin dejar de ser increíblemente bello.
Marshennikov realiza sus obras hiperrealistas al óleo, con acuarelas y pinturas pastel. Ha recibido múltiples premios por su técnica perfecta, por su trabajo.