Hay inspiraciones que beben de tantas fuentes que el resultado acaba por no encajar en ningún lado. Existen combinaciones que parecen imposibles hasta de ser nombradas en la misma frase. Pero entonces llega alguien para demostrar visualmente lo contrario, y eso, amigos lectores, es el talento. ¿Qué si no podría justificar que un mismo cuadro se fusione la estética rockabilly con la iconografía flamenca? ¿O la pintura católica con los protagonistas de películas de los 80?
Se habla concretamente del talento del barcelonés Sergio Mora, un artista multidisciplinario dedicado a la pintura, la ilustración, la música y la realización-guión de videoclips. Es creador nato, comenzó trabajando para revistas holandesas y francesas, y al día de hoy ha publicado varios libros y expuesto en galerías de todo el mundo.
Su éxito se debe a un trabajo constante y una filosofía basada en el descubrimiento diario, así como en alejarse del elitismo que a veces empaña el arte, para que el cuadro no sea entendido como un contenedor de información que solo mentes brillantes pueden descodificar, sino como una sensación que cada uno va a destapar desde su subjetividad, siendo el espectador quien cierra el sentido del cuadro.
En sus pinturas se dan cita el placer, el humor, lo imaginario y la poesía, las pin-ups hawaianas, los iconos de la cultura popular, las seguidoras de la estética de Bettie Page y los elementos más representativos del folklore o el cañí. El artista saca a relucir en sus obras a sus principales influencias, que van desde Frida Kahlo a Magritte, pasando por el Bosco, la familia Monster, el ideario mexicano, los mundos de Tim Burton o los Ramones. Todo ello lo combina con una estética contemporánea que se mueve entre el kitsch y lo pueril, por lo que inevitablemente son muchos los que enmarcan su arte en la corriente surrealista pop.
Sus escenarios, fantásticos y reales al mismo tiempo, se llenan de poder simbólico gracias al rico contenido alegórico de sus composiciones. En ellas, también, adquieren protagonismo los opuestos, a través de una simbología funcional reconocible para todos los públicos, que transmite el mensaje de que, a pesar de esas diferencias, los antagonistas son equipares: ambos forman parte de igual manera de este lugar llamado mundo.
El trabajar por proyectos le permite, además, explorar nuevas dimensiones con infinitas posibilidades, enfrentarse a los tabúes para iluminar, a través de sus pinturas, la oscuridad que conllevan y compartir con el resto su surrealista percepción de los temas que conforman la realidad.
https://img.culturacolectiva.com/content/2013/10/el-principito.jpg https://img.culturacolectiva.com/content/2013/10/arte-Sergio-Mora.jpg https://img.culturacolectiva.com/content/2013/10/dibujos-Sergio-Mora.jpg https://img.culturacolectiva.com/content/2013/10/ilustración-Sergio-Mora.jpg https://img.culturacolectiva.com/content/2013/10/Sergio-Mora-artista.jpg https://img.culturacolectiva.com/content/2013/10/Sergio-Mora-dibujos.jpg https://img.culturacolectiva.com/content/2013/10/Sergio-Mora-españa.jpg https://img.culturacolectiva.com/content/2013/10/Sergio-Mora-español.jpg https://img.culturacolectiva.com/content/2013/10/Sergio-Mora-fotos.jpg