¿Qué es el arte? Para poder responder esa pregunta bien podríamos tomar un diccionario y poner lo que ahí se muestra; sin embargo, a lo largo de los años, estudiosos, creadores, críticos, artistas, filósofos, etc., han entablado distintas discusiones; lo que para algunos es una forma de expresión, para otros es una actividad de recreación, algunos desean un impacto comercial y mediático y muchos simplemente el social.
A través del tiempo, las técnicas, las formas, la inspiración y los temas han evolucionado. Si hay algo cierto es que el arte habla sobre su entorno, su contexto social y su realidad, incluso si se refiere al pasado se hace desde el hoy y las circunstancias actuales; asimismo, muestra aquello que existe en el interior del alma y de la mente del creativo.
Mujeres, paisajes, hombres, escenas de la vida cotidiana; animales, manchas, son sólo algunas de las imágenes que se muestran en distintas pinturas. En esta ocasión haremos un recorrido por las obras pictóricas más importantes que muestran una fruta que, a lo largo de la Historia y de distintas disciplinas y creencias, ha tenido diferentes acepciones: la manzana.
“Naturaleza muerta con manzanas”
Vincent van Gogh
Representando a los bodegones del impresionismo encontramos a Vincent van Gogh. Este óleo sobre tela mide 46 x 61. 5 cm, y utilizó su característica pincelada que asemeja una suerte de puntillismo; los colores sobrios y los matices que le brinda con tonos más claros, logran encuadrar su técnica en manzanas extendidas en el lienzo.
“Las manzanas más rojas en el pie de un árbol”
Gustave Courbet
Gustave Courbet es considerado como uno de los fundadores y fiel representante del realismo, que como principal característica tiene plasmar en el lienzo escenas, objetos y elemento de lo cotidiano.
Con una pincelada rigurosa, encontramos una pieza de óleo sobre lienzo, en la que podemos observar parte de la propuesta del artista en cuanto a bodegones, quien, según cuenta en la historia, obtuvo el permiso de volver a pintar después de estar en prisión, eligiendo la naturaleza muerta como tema para retomar su carrera en el arte.
“Manzanas en las tazas del estaño”
William Sidney Mount
Parte de la colección del autor se encuentra en The Long Island Museum of American Art, History and Carriages. Desde sus inicios se enfocó en el retrato y en las piezas que representaban la Historia; sin embargo, poco después descubrió su gusto por el arte que mostrara la vida cotidiana de las familias de Estados Unidos en el siglo XIX. Aunque dicen que nunca salió de su país natal, algunas de sus piezas pueden considerarse como parte de las tendencias europeas.
Señalando la pieza como parte de la temática de bodegones, podemos encontrar “Las manzanas colocadas sobre tazas de estaño”, las cuales no cuentan con más distractores, eligiendo la dos manzanas rojas como sus protagonistas.
“Manzanas, orugas y mariposas”
Vladimir Kush
Las raíces del surrealismo se conectan con la fantasía y lo imaginativo; se concibe como la expresión de lo que escondemos en las profundidades de nuestra mente, que rompe con lo impuesto y que va más allá de lo que conocemos, colocando elementos de la realidad fuera del que se ha determinado como su contexto y que surge a través de los sueños y el inconsciente.
“Manzanas, orugas y mariposas”, de Vladimir Kush, es resultado de su imaginación, en esta pieza encontramos una manzana por la mitad, que forma la silueta de una mariposa.
El pintor ruso presenta una propuesta del surrealismo que ha llegado a ser comparado con el arte de Salvador Dalí.
“El hijo del hombre”
René Magritte
Sin duda una de las piezas más famosas de René Magritte es “El hijo del hombre”, obra a la que se le ha atribuido ser un autorretrato; como primer plano encontramos una manzana verde, la cual cubre por completo el rostro del hombre, que pasa a segundo plano en la pieza. Dicha obra ha sido representada en distintos medios, por lo cual su fama es innegable. Esta pintura pertenece a un coleccionista que ha decido guardar la pieza en privado.
De Magritte también encontramos una obra donde la manzana vuelve a ser el centro de atención: “La habitación para escuchar”, otro ejemplo de que a partir de elementos de nuestra cotidianidad colocados en un contexto fuera de lo usual, crea piezas de arte con una gran carga significativa.
En estas piezas el elemento común es la figura de la manzana con una gran carga simbólica; las primeras piezas son bodegones, también denominadas naturaleza muerta, que muestran en determinado espacio tanto objetos naturales como utensilios de comida, esta rama del arte es muy común, y bajo la propuesta pictórica de cada artista, en cada pieza se debe mostrar el manejo de la luz, la técnica de dibujo y el cromatismo.
Por el contrario, con los dos últimos artistas que presentamos, la relación simbólica con la manzana desde un primer plano podemos determinarlo con diversos significados, si hacemos referencia a la mitología griega encontramos la manzana de la discordia, si lo observamos desde un tema religioso podemos encontrar la manzana como el fruto prohibido, inclusive podríamos remitirnos al origen de la Ley de la gravedad y a la anécdota de Newton sobre la caída de este fruto. Cualquiera que fuera el caso, tiene el mismo nivel de relevancia en el simbolismo, desde la inmortalidad, la sabiduría o juventud hasta el pecado, siendo el surrealismo la corriente que deja a la imaginación el significado de cada una.
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