Todo amante del arte debe haber visto, o por lo menos escuchado hablar sobre obras inmortales como La Persistencia de la Memoria de Dalí; o La noche Estrellada de Van Gogh, tal vez hasta el Cuadrado Negro de Malevich. Sin embargo, pocos hemos visto obras como éstas llevadas a cabo en una presentación digna de antojarse.
La fotógrafa y estilista de alimentos, Tatiana Shkondina, ama la comida, y por lo mismo ama la frescura que transmite. En otoño del 2014, la artista rusa se inspiró en el cuadro Los Girasoles de Van Gogh, para recrear obras de arte utilizando alimentos.
Tatiana Shkondina, “El Hijo del Hombre”
La fotógrafa ha recreado sus cuadros favoritos usando ingredientes que van desde caviar hasta masa de hot cakes o arroz. Después de armar las obras de arte y fotografiarlas, se ve obligada a tirarlas, ya que –además de usar productos frescos -le gusta la idea de que la belleza sólo puede existir un instante, sin la necesidad de durar para siempre.
Tatiana Shkondina, “Cuadrante $”
Al momento de escoger sus materiales, la arista toma en cuenta la historia del artista, de la obra de arte o la región en la que fue creada la pieza; en el caso del Cuadro Negro, utilizó caviar por ser un producto originario de Rusia, al igual que el artista. En el caso de La Paloma de la Paz, también consideró esto, ya que usó pasta de calamar negra y hierbas, que se usan frecuentemente en la cocina mediterránea. De esta manera, Shkondina se asegura de crear maravillosas obras de arte en presentaciones originales y, además, muy antojables.
Rousseau
Woman in Red in the Forest (1907)
Tatiana Shkondina
KLIMT
The Tree of Life (1905- 1909)
Tatiana Shkondina
Hokusai Fine Wind, Clear Morning (1830- 32)
Tatiana Shkondina