Según Vincent Van Gogh, el arte es el hombre agregado a la naturaleza. Pero ¿cuál naturaleza? Si algo hemos aprendido es que el arte también es una forma de burlarse de lo no natural, del artificio y de lo impostado, aunque no debe confundirse esta última palabra con lo que es arte o, en el supuesto caso, artesanal.
En fin, que el arte no es una cosa sino un camino. ¿Un camino a qué? Por lo visto hay distintos caminos, así como distintos destinos. ¿Qué iba a imaginarse el respetado caricaturista y grabador del siglo XVIII Thomas Patch que uno de sus descendientes directos redefiniría la naturaleza del artista de una manera particular?
Nació en Reino Unido, pero emigró muy joven a tierras australes; posee la nacionalidad australiana. Su nombre es Tim Patch y es conocido comúnmente como Pricasso, un juego de palabras que conjuga el vocablo anglo prick (una forma popular de llamar al pene) y el nombre del pintor cubista Picasso.
Su estrafalario estilo de vida y de vestimenta corresponde con su método pictórico, que de por sí escandalizaría al más convencional de los coleccionistas. Es que Patch entra a su taller despojado no sólo de prejuicios, sino de su vestimenta. Además, no usa las herramientas tradicionales o la que el común denominador de las personas pensarían más esencial. ¿Pinceles? Para qué si su pene le funciona mejor para crear retratos.
Pero que su metodología sea “tan natural” no quiere decir que su técnica y su talento sean innatos. De hecho, Patch, o Pricasso, se formó como artista plástico en la Escuela de Arte de Portsmouth y al Royal West of England Academy, lo que le permitió exponer tallas de madera, piezas de cerámica y otro tipo de obras una vez que emigró a Australia. También trabajó en el sector de la construcción y se dedicó a pintar retratos y caricaturas en ferias y parques.
Su vocación artística le daba para vivir bien y cultivar su creatividad, pero algo faltaba en su vida. Un día, al entrar al baño después de ver un montaje de Las marionetas del pene, un espectáculo teatral en el que los actores crean personajes con sus penes al modo de las marionetas, algo cambió en su forma de ver las cosas. Mientras sostenía su miembro frente al urinario, todo llegó a él como una revelación. Pintaría con su pene. El experimento funcionó. Tras sumergirlo cual pincel en la pintura y trazar líneas sobre el lienzo, tuvo una erección. El personaje estaba completo. Pricasso había nacido y estaba realmente emocionado por la idea de recibir dinero haciendo sus tres cosas favoritas: pintar, estar desnudo y celebrar sus genitales.
Pero dar a conocer su peculiar arte no fue fácil. En una fiesta de amigos demostró su talento y el rumor del artista que usa su pene para pintar retratos empezó a correr. Sin embargo, galerías y salas de exposición rechazaron categóricamente sus obras. Pero nada pudo amilanar la tenacidad, perseverancia y confianza de un hombre que disfrutar hacer obras maestras como Dios lo trajo al mundo. Pricasso postuló sus pinturas en exposiciones y convenciones de sexo y erotismo.
Debutó en el Miami Xposed Expo, en 2011, y desde entonces tiene un contrato exclusivo con los organizadores para aparecer en este tipo de eventos. A partir de esa oportunidad no ha parado de impresionar a quienes admiran su arte. Incluso ha retratado a figuras de la política como a los expresidentes George W. Bush, de EE UU, y Luiz Inácio Lula Da Silva, de Brasil.
Foto: Eva Rinaldi
Es importante aclarar que, para no irritar su piel durante las largas e intensas sesiones de creación artística, Pricasso protege su herramienta con una gruesa capa de vaselina y utiliza pinturas a base de agua.
***
Sal de tu zona de confort, exponte a las nuevas formas del arte, explorar tus límites y aprecia el talento y la labor de mentes verdaderamente creativas.