Si siempre has sentido un claro rechazo hacia los tipos engreídos e idiotas que te invitan a salir, entonces tienes algo de fiera en las venas, podrías sentirte identificada con libros de Charlotte Brontë o Sylvia Plath, y podrías entender la postura feminista de una chica ruda y de carácter hosco llamada Kat Stratford. Para ella no hay hombre que valga la pena al considerarlos superficiales, vacíos y con una inteligencia menor a la de una mosca. ¿Te suena?
Kat es la protagonista de Diez cosas que odio de ti, comedia romántica que ha tocado los corazones de sus fanáticos, quienes suspiran con la historia de Pat Verona y Kat Stratford, personalidades en un inicio antagónicas que terminan convirtiéndose una conmovedora pareja. Cuando menos piensas que la fierecilla no puede ser domada, resulta que termina enseñando que en el fondo tiene un corazón que palpita de amor.
Aparte de ser divertida, la cinta contiene múltiples detalles y referencias que la convierten en algo más que un producto juvenil y superfluo. Los que gusten de encontrar símbolos escondidos en las películas seguramente se habrán dado cuenta de que esta historia se alimenta, entre otras cosas, de una historia del mejor dramaturgo que haya pisado la Tierra y que un aura literaria impregna su atmósfera. Sin más, echemos un vistazo a todo aquello que pasaste por alto por andar viendo la cabellera rizada de Heath Ledger…
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Una sombra shakesperiana
La película está inspirada en el drama La fierecilla domada del inglés William Shakespeare, una de sus obras más populares, por ello es que el personaje de Heath Ledger se llama Patrick Verona (Petruchio en la obra original). Este apellido corresponde a la ciudad italiana donde transcurre la historia del drama shakesperiano en el que un desesperado padre desea que su hija menor, Blanca, se case a toda costa con alguno de los hombres que están interesados en ella.
El problema radica en que no piensa ceder su mano hasta que su otra hija mayor, Catalina, sea desposada. Pero Catalina se caracteriza por un carácter hosco y malhumorado que ahuyenta a cuanto pretendiente la persigue. La llegada de Petruchio a Verona y su interés en Catalina les dará esperanzas a los pretendientes de Blanca para lograr su objetivo.
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Una defensora feminista
En la clase de literatura, Kat hace comentarios críticos acerca de la obra de Ernest Hemingway, arguyendo que no tiene nada de romántica sino más bien reconociendo que el autor era un alcohólico y misógino. En contraparte hace mención a autoras como Sylvia Plath, Charlotte Brontë o Simone de Beauvoir, dejando entrever con ello su postura claramente feminista.
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Una campana de cristal
Kat lee The Bell Jar, el único trabajo narrativo de la poeta estadounidense Sylvia Plath. En él, la autora hace una semblanza autobiográfica, por medio del personaje Ester Greenwood, de sus años de estudiante, sus crisis depresivas y sus intentos por encajar en un mundo que no la comprende. Tras la muerte de Plath, ocurrida por suicidio en 1963, este trabajo salió en un inicio bajo pseudónimo. Hoy se le considera una novela de culto y una de las obras feministas más celebradas de la historia.
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Un troll famoso
La cinta se desarrolla en la ciudad de Seattle, donde se localiza el famoso Fremont Bridge, sitio que resguarda una gigantesca escultura de un troll (personaje que tiene su origen en la mitología escandinava). Esta figura, una de las más visitadas tanto por el turismo local como el foráneo, hace referencia a los supuestos avistamientos de trolls que los nativos del área reportaron en 1932 durante la construcción de Fremont Bridge. El ayuntamiento de Seattle lanzó una convocatoria en 1989 para que en este espacio se colocara una escultura que contara una leyenda local. El ganador fue el grupo artístico Jersey Devils, comandados por el escultor Steve Badanes.
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Un hombre en contra de la esclavitud
Ésta no es una referencia artística, pero vale la pena mencionarla: la cita que se ve a espaldas del profesor de literatura («El primero y el peor de todos los fraudes es engañarse a sí mismo») pertenece al periodista estadounidense Gamaliel Bailey. Desde su trinchera como editor y publicista fue un activista radical que apoyó la abolición de la esclavitud.
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Una notable obra feminista
En la escena en la que Patrick encuentra “por casualidad” a Kat en una biblioteca, en medio de su discusión ella le estrella en el pecho la obra La mística de la feminidad de la autora Betty Friedan, obra que le valió el Premio Pulitzer en 1964. Este libro es clave para comprender el pensamiento feminista y es una muestra más de la manera de ser de Kat, quien no duda en poner en entredicho la inteligencia cerebral y emocional de los hombres.
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Un libro antibelicista
Erich Maria Remarque, notable novelista antibelicista, hace su aparición en esta escena no en forma física, pero sí a través de su obra más famosa: Sin novedad en el frente, la cual habla acerca de los horrores de la guerra desde la perspectiva de un soldado joven.
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Una escena digna de Edward Hopper
Uno de los pintores más célebres de los Estados Unidos se hace presente de cierta manera en la cinta. Edward Hopper fue el hombre que se inspiró en los escenarios cotidianos de los pueblos rurales y barrios típicos de los Estados Unidos a los cuales sacó del anonimato para transformarlos en arte. Su pintura bañada de luz es un retrato auténtico de la América profunda donde las casas, las gasolineras, los patios, los anuncios publicitarios y los habitantes sin nombre se convierten en un universo sencillo y a la vez complejo.
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Shakespeare a lo largo de toda la película
Como ya lo habíamos dicho, la figura de William Shakespeare es vital en la película, por ello es que hay varios guiños a su persona como la fotografía que está en el casillero de Mandela, amiga de Kat, el vestido que encuentra en ese mismo lugar y que está firmado por un tal William S., además del libro que se lee en la clase de literatura con una imagen del dramaturgo en la portada.
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Héroes de la literatura norteamericana
En el salón de la clase de literatura destacan los retratos de John Steinbeck, Willa Cather y Nathaniel Hawthorne, tres de las grandes figuras de las letras hechas en los Estados Unidos. Entre las obras más famosas del primero se encuentran De ratones y hombres, Las uvas de la ira, La perla y Al este del Edén. Cather, ganadora del Premio Pulitzer en 1923, destacó como una hábil tejedora de relatos como lo demuestra su novela Uno de los nuestros (1923), ambientada en la Primera Guerra Mundial. Por su parte, Nathaniel Hawthorne es uno de los escritores más vitoreados de su país gracias a notables obras maestras como sus novelas La letra escarlata y La casa de los siete altillos, además de haber legado al mundo una nutrida obra cuentística reconocida por autores de la talla de Jorge Luis Borges.
Esta cinta no fue la primera ni será la única en la industria del entretenimiento en hacer alusiones al arte y la literatura. Ya en Los Simpson, la popular serie creada por Matt Groening, han aparecido varias obras de arte que sólo un conocedor pudo captar. Los Picapiedra también dedicaron en uno de sus episodios varias alusiones a obras conocidas del arte. Éstas son formas muy divertidas para conocer más acerca de varios de los creadores más importantes a nivel mundial.