El artista aprendió a crear uñas artísticas durante la pandemia para ‘matar el tiempo’ y su creatividad lo llevó a tomar más en serio este pasatiempo.
Una de las buenas cosas que dejó a varias personas el aislamiento por la pandemia fue que el encierro hizo que aprendieran cosas nuevas, pusieran más atención a su salud mental y física e incluso exploraran más su creatividad. Así le pasó a Tomoya Nakagawa, un joven japonés que luego de ser un pescador, se convirtió en un cotizado artista de uñas 3D.
De acuerdo con Nakagawa, su ahora socio Eichi Matsunaga (quien ha creado uñas a Grimes), comenzó a enseñarle nail art solo para ‘matar el tiempo’ durante los días de aislamiento y poco a poco fue perfeccionando su técnica hasta convertir ese pasatiempo en algo más serio.
“Empecé a hacer nail art por casualidad y ahora estoy en una situación que nunca imaginé. Nunca me ha apasionado nada tanto”.
El joven se mudó a Nueva York y ahí empezó a realizar diseños 3D con ayuda de varios sistemas CAD (computer-aided design por sus siglas en inglés) para modelar uñas esculturales inspiradas en animales y colores del mar.
El arte de Tomoya incluye formas orgánicas y espirales de estilo futurista e incluso de índole extraterrestre.
“Estaba muy familiarizado con las criaturas del mar y me encantaba observarlas. Los colores, los materiales y las expresiones de estas criaturas son tan misteriosos, hermosos y delicados, que naturalmente encuentran su camino en mi trabajo”, dijo.
La popularidad de Tomoya Nakagawa creció tanto, que ha llegado a diseñar uñas 3D para Björk, Kiko Mizuhara o la cantante y modelo japonesa Shōko Nakagawa. También ha creado aretes, tocados y adornos para las cejas.
De acuerdo con Coeval Magazine, actualmente está basado en Tokio, pero regularmente se va a Los Ángeles para seguir dando a conocer su trabajo artístico.