Visita a una feria de arte para mortales

Texto de Mariana Aguilar Tiquet y Pilar Turu

Llegamos a Expo Reforma el jueves por la tarde con la intención de conocer la propuesta que la feria con el nombre de Affordable Art Fair, estaría presentando durante cuatro días. Sin saber qué esperar nos dispusimos a beber un trago para entrar en ambiente y comenzar a explorar este lugar que en ocasiones puede parecer intimidante.Con un vaso en la mano de algo que sabía a una combinación extraña entre tequila y pepino, nos quitamos los prejuicios e iniciamos nuestra labor inquisitiva. – No está mal- dijimos y seguimos caminando. Entre obras pop, arte urbano, escultura, fotografía e instalaciones en un espacio laberíntico, temimos por la integridad de las piezas que aparecían frente a nuestros pies. Nuestra concentración estaba centrada en la bebida y en cuidar no tropezar y derramar el líquido sobre alguna obra.
Entre miradas curiosas y un mar de gente notamos en los muros, ahora transformados en arte, las palabras “menos de 5 mil”. Nuestra preocupación por la bebida terminó y sin dudarlo nos acercamos hacia el muro que parecía intocable. Ahora comprendimos que los precios de las obras hacían referencia al nombre de la feria. Si bien es sabido que el arte es un objeto de lujo, y aunque encontramos varias obras de más de 40 mil pesos, nos llevamos la grata sorpresa de que algunas piezas podrían ser adquiridas pagando desde mil pesos. Son muchas las galerías participantes, en su mayoría mexicanas pero también algunas internacionales, que vienen del otro lado del mundo. Nos pareció una gran oportunidad para conocer y comprar arte al que no se tiene acceso todos los días, ya sea por temas económicos o por su procedencia.
Ya habiéndonos terminado la bebida, con las manos ahora libres, y con la mente más abierta, nos encontramos con un espacio que llamó nuestra atención. La galería Art Space México promueve el arte Queer y genera conciencia sobre este concepto; expone temáticas que muchos otros no se atreven porque son rechazadas por la sociedad. Lo que esperábamos fuera una feria más de precios exorbitados, y exclusiva para ese pequeño sector de la población que puede darse el lujo de pagar obras de arte sin dudar, fue en realidad un espacio de intercambio cultural con arte de todos para todos.