Entrar a una biblioteca donde lo único que se puede encontrar son libros en blanco es algo tan improbable como tropezar con excrementos humanos en un parque público.
Wilfredo Prieto, originario de Sancti Spíritus, Cuba, hace posibles estos y otros escenarios para demostrar que las situaciones poco probables pueden volverse posibles.
Su inquietud por la pintura hizo que se trasladara a la capital del país para continuar sus estudios en el famoso Instituto Superior de Arte, del que se graduó en 2002.
Desde el inicio, ha tratado de distanciarse de cualquier método tradicional de hacer arte, así como de cualquier consideración histórica o cultural que pueda limitar su creatividad.
En 2001 intervino las plazas principales de Francia, Italia, Irlanda, Holanda, Canadá y Australia con Apolítico, donde colocó las banderas de 31 países diferentes reproduciéndolas en escala de grises.
Al despojarlas de sus colores las convierte en simples lienzos, con lo que logra que estos símbolos pierdan varios niveles de significación.
En palabras del artista: “es una obra en la que los rivales se vuelven cómplices”, y en la que el símbolo de identificación por excelencia, como una bandera, se vuelve borroso y confuso.
Con Biblioteca blanca crea un espacio incoloro que resguarda más de seis mil libros, todos sin una sola gota de tinta en sus páginas. La obra es una reflexión sobre la paradoja de un espacio (contenedor de información) pero que no ofrece nada del conocimiento esperado.
Su obra más conocida, Pan con pan, nace de una anécdota de su infancia, cuando, al llegar del trabajo con un pan en la mano, preguntó a su padre qué había para untarle.
Al notar que no había nada en la alacena contestó: “¡pan!”
Esta obra, aparentemente sencilla, refleja con humor la carencia e ingenio de todo un pueblo.
Wilfredo Prieto goza actualmente de un lugar destacado en el panorama artístico internacional. Ha expuesto en los principales eventos y centros de arte del mundo y sus obras forman parte de prestigiosas colecciones.
La forma simple y directa en que expone ideas complejas, hace que sus obras, que comienzan con una idea y terminan con un signo de interrogación, provoquen y seduzcan al espectador.