Vivimos vidas privilegiadas y aún así nos sentimos tristes. David Foster Wallace lo afirmó durante una entrevista para la revista Rolling Stone. El autor norteamericano hizo hincapié en que la mayoría de las personas de clase media tuvieron acceso a una buena educación, a elegir lo que deseaban para estudiar, tenían las mejores televisiones y acceso a Internet, pero aún así existe una especie de dolor dentro de todos. Es absurdo pensarlo, pero el groso de la sociedad estadounidense tiene una vida que sería envidiada por cualquier persona de un país o lugar subdesarrollado; pero todos parecen odiar su existencia.
Es más común entre los adolescentes, no miran el amplio panorama y creer que una pequeña desgracia terminará con sus vidas de manera permanente. No tienen idea de que aún les quedan más décadas para cometer errores y sufrir pérdidas que no se comparan a pequeños caprichos o los deseos banales de una mente joven. La vida se complica para todos y es imposible saber qué sucederá.
El cine, al igual que la literatura, puede ayudar a comprender cómo el dolor puede llegar a las personas de una manera tan desgarradora que puede terminar con sus vidas. No todo son finales felices e historias positivas. Es justo mirar qué tan horrendas pueden ser las experiencias de un ser humano para valorar los privilegios que tenemos.
Estas son algunas de esas historias:
“Manchester by the Sea” (2016) – Kenneth Lonergan
Dirigida por Kenneth Lonergan, “Manchester by the Sea” es una obra contemplativa, que se enfoca en las angustias y el dolor inconciliable de un hombre de mediana edad. Lee, el protagonista, lamenta la muerte de su hermano al inicio de la cinta, pero eventualmente se revela que también es divorciado y sus hijos perdieron la vida trágicamente. Casey Affleck ofrece una de sus mejores actuaciones y en todo momento parece atormentado. Su visita a Manchester –ciudad que vio crecer a Lee– hace despertar sus terrores y recuerda que muchas veces las memorias desgarradoras nunca desaparecen.
“The Pianist” (2001) – Roman Polanski
Una de las historias más insólitas sobre lo sucedido durante el holocausto. “The Pianist” nos muestra la vida de un sólo personaje y cómo perdió su identidad, familia, pertenencias y la libertad por los caprichos de un enfermo dictador. A Wladyslaw Szpilman -protagonista- le quedó únicamente su vida después de la guerra, un suceso tan horrible que la gran mayoría de las personas jamás entenderá por completo.
“Filth” (2013) – Jon S. Baird
Bruce es un detective a punto de obtener un ascenso que le acaban de asignar el caso de su vida, pasa los días borracho, abusa de su poder frente civiles. Pero no es feliz. Su fachada enferma y psicótica es sólo un disfraz para la podredumbre que vive dentro de él. Su pasado está lleno de momentos horribles que su mente no puede soportar. Sabe que nunca mejorará y que el final de su vida llegará si continúa su camino de autodestrucción.
“Logan” (2017) – James Mangold
Aunque “Logan” es una película de superhéroes, se acerca a un lado humano de manera más efectiva que la mayoría de las películas de Hollywood. La historia se enfoca en el personaje también llamado Wolverine y cómo desea reunir una cantidad de dinero para comprar un bote y salir al mar con el Profesor X. El hombre perdió a sus amigos y vio el declive de los mutantes en la Tierra; Hugh Jackman sintetiza en su actuación los 17 años que ha interpretado al salvaje hombre y toda la angustia que lo atormenta.
“A Serious Man” (2009) – Hermanos Coen
Larry Gopnik es un hombre religioso y serio. Se aleja del pecado, trabaja como maestro y provee a su esposa e hijos de todo lo que necesitan para vivir. Un día su mundo comienza a derrumbarse. Su mujer lo abandona, el empleo que tiene desde hace varios años está a punto de desaparecer y Dios, en quien confía con toda su alma, no ofrece respuesta. La cinta muestra la cruda realidad de lo que sucede realmente cuando no hay nadie que te ayude a seguir adelante.
“Memento” (2000) – Christopher Nolan
“Memento” es considerada una de las mejores películas de toda la historia. De final a principio, presenta los verdaderos daños de la pérdida de memoria a corto plazo. La audiencia sigue la mente del protagonista quien pasa los días buscando al asesino de su esposa, pero su misión es interrumpida por unos criminales que buscan aprovecharse de su discapacidad. Su conflicto lo desgarra a todo momento, pues no recuerda claramente su pasado y la imagen del asesinato de su mujer no desaparece en ningún momento.
“Shame” (2011) – Steve McQueen
Brandon y Sissy muestran las consecuencias del daño psicológico cuando se tiene un trauma a una pequeña edad. Aunque nunca se revela lo que les sucedió, es fácil deducirlo al mirar su conflicto en pantalla. Brandon busca calmar su dolor con cualquier tipo de actividad sexual, causando problemas en su vida personal y profesional. Su desequilibrio es más fuerte cuando su hermana, Sissy, lo visita. Él la mira con desprecio, le recuerda sus propias dolencias, no se da cuenta que de abrirse a ella los ayudaría a mejorar.
https://www.youtube.com/watch?v=Sdld42cUjaQ
“Me and Earl and the Dying Girl” (2015) – Alfonso Gómez-Rejón
Aunque existen decenas de cintas que hablan sobre el cáncer, ninguna parece ser tan honesta como “Me and Earl and the Dying Girl”. La historia sigue a un joven de preparatoria, quien se ve forzado a crear una relación con Rachel, una chica diagnosticada con leucemia. La película muestra qué tan fuerte puede ser el cambio en la juventud cuando ese tipo de enfermedades aparece, especialmente cuando no hay nadie con quien hablar o pasar los últimos momentos.
Aunque algunos sí han sufrido fuertes pérdidas, la mayoría hace de sus problemas tragedias mucho más grandes de lo que realmente son. En la era del Internet todos buscan atención sin importar la manera de hacerlo. Resulta completamente absurdo, así que es necesario poner todo en perspectiva y agradecer que no nacimos previo al Holocausto en Alemania siendo judíos o que aquellos dos kilos que subimos no resultarán en un desorden alimenticio que termine con nuestra vida.