Se dice que no puedes llegar muy alto sin traicionar a unas cuántas personas en el camino. Stan Lee es la prueba más fiel de ello. Aunque la gente actualmente lo alaba como uno de los creadores más importantes del Siglo XX y “el contribuidor más ávido a la cultura popular”, Stan Lee tuvo que trabajar muy duro para ello. Con eso nos referimos a que tuvo que hundir algunos nombres en el camino y mantener una imagen positiva todo el tiempo para mantener ese estatus, ocultando un lado oscuro que sólo unos pocos conocían.
Claro, su legado será intachable, pero tenemos que recordar lo siguiente, para darnos cuenta que para convertirse en un ícono, es necesario apuñalar unas cuántas espaldas.
Su historia con Jack Kirby y Steve Ditko, los verdaderos héroes
Si existe un verdadero contribuidor a la cultura popular, sería Jack Kirby, el dibujante e ilustrador que trabajó junto con Stan Lee durante la era en la que nacieron los superhéroes más icónicos de Marvel. Él fue el responsable de los diseños y de los grandes espectáculos que ahora conocemos, pero nunca recibió suficiente crédito y –de hecho– fue traicionado con Stan Lee, cuando Marvel quiso apoderarse de todos los derechos de lo que había creado.
Asimismo, desde que comenzaron a trabajar, Stan Lee decía que era el creador individual de todo, y así lo acreditaba Marvel, ya que Lee usaba el ahora llamado “Método Marvel”, el cual hacía que los escritores líderes se quedaran con el crédito de todo sin haber realizado el verdadero trabajo de realizar una historia. En 1968, en entrevista Lee explicó que realizar un cómic consistía en pensar en una historia rápida, darle los “beats” al ilustrador y dejar que el artista creara la historia, sólo para llenar los cuadros de diálogo después. Entonces, llegó a un punto en el que creaba el concepto de un personaje y dejaba que Kirby pensara en todo lo demás, incluyendo en un guión gráfico entero que sólo tendría que ser llenado con palabras.
Lo mismo sucedió con Steve Ditko cuando “creó” Doctor Strange y Spider-Man. Desde su concepción, Lee se ha acreditado la creación de los personajes, afirmando que Ditko sólo fue el dibujante, demostrando que el escritor no conoce el proceso colaborativo. Lee no era un artista y no diseñó a los personajes, sino el mismo Ditko. De hecho, en un documental sobre el dibujante, Lee dijo que sigue sin pensar que el hombre fuera co-creador, y a pesar de que el entrevistador le dice que si hubiera sido dibujado diferente no sería un éxito, Lee se mantuvo firme sobre su opinión.
Regresando a la historia con Kirby, en los 70 Marvel hizo que todos los artistas y los colaboradores firmaran un contrato en el que cedían todos los derechos a la empresa. Sin embargo, el de Kirby era peor: decía que el dibujante tenía que entregarle todos los originales a la empresa, los cuales pueden resultar bastante valiosos para los artistas. Eso arruinó la relación entre Kirby y Marvel. En contraste, Lee recibió enormes cantidades de dinero por su trabajo cuando se retiró de la empresa, a pesar de no haber realizado tanto trabajo como Kirby.
Aunado a esto, algunos expertos en cómics han puesto en duda las razones por las cuales los créditos en los cómics siempre cambiaban, y apuntan a que posiblemente Stan Lee los escribía de tal forma en que pareciera que su involucramiento era más profundo, en especial en los cómics con mejor recepción. En algunos decía “escrito por”, en otros “guionista”, en otros “script por”, mientras que Kirby sólo recibía el crédito de artista, a pesar de ser responsable de algunas de las historias. Lee declaró en otra entrevista que a veces sólo le decía al dibujante “¡Quiero al Dr. Doom en el siguiente número!”, y Kirby tenía que hacerse cargo de ello.
Cuando eran cuestionados, Kirby y Ditko, siempre afirmaban que su trabajo había sido colaborativo con Lee, mientras que Lee buscaba tener crédito absoluto. Algunas otras historias apuntan a un Stan Lee inseguro que siempre pensó que sería visto como alguien que subió en Marvel con ayuda de “hombres más grandes”, lo cual sucedió al inicio de su carrera, así que eso lo convirtió en un ególatra y en un jefe abusivo con algunos de sus empleados, como ha sido reportado.
La imagen de Lee cambió principalmente a fines de los 90 cuando comenzó a hacer apariciones en el cine. En ese entonces Kirby ya había fallecido y Ditko se mantenía alejado de los reflectores. Alejado de la comunidad de los cómics, Stan Lee reclamó su lugar como cabeza de los personajes más importantes de Marvel. Lo que poco se menciona es el nulo éxito que tuvo con sus intentos posteriores de crear nuevos superhéroes. Sin la ayuda de la creatividad de sus contemporáneos, nunca pudo crear algo que superara o igualara a sus predecesores.
Jack Kirby es el principal responsable de la mayoría de los cómics de X-Men, los Cuatro Fantásticos, y Hulk. Junto con Joe Simon creó al Capitán América. Por su parte, Ditko se merece el diseño y la imagen de Spider-Man y Doctor Strange, todos personajes que comúnmente son atribuidos a Lee. Era el Steve Jobs de los cómics.