1977 fue un gran año para el cine, pues el legendario director italiano Dario Argento dirigió la que sería la primera de la trilogía Las tres madres (seguida de Inferno y La terza madre). Suspiria se convirtió en un clásico del cine de terror, con una aterradora premisa y un soundtrack inigualable de Goblin. Algo que tuvo esta cinta setentera, también, es que en ella actuó y bailó un jovencísimo Miguel Bosé.
La cinta del 77 fue protagonizada por Jessica Harper como Suzy y Joan Bennet como Madame Blanc. En ese año, Miguel Bosé veía cómo despegaba su carrera musical con el éxito ‘Linda’:
Miguel Bosé interpretó a un chico llamado Mark, un talentoso bailarín que es algo así como el interés amoroso de Suzy… en medio de una academia de ballet donde ocurren terribles muertes y otras cosas extrañas. Pronto Suzy y su amiga Sara descubren que, efectivamente, el edificio donde estudian no siempre fue una academia de baile, sino que en algún momento fue un lugar de estudio de las ciencias ocultas.
Mark es un personaje secundario (tanto que no estuvo presente en el remake de 2018), pero Miguel Bosé dejó en Suspiria un testimonio de su talento artístico. En la película no queda claro qué ocurre con su personaje, pero Dario Argento dijo más tarde que él era también un esclavo del mal y, como el resto del aquelarre, muere.
Suspiria fue dirigida por Dario Argento y coescrita por él y Daria Nicolodi. Está basada, parcialmente, en un ensayo de Thomas De Quincey titulado Suspiria de Profundis. En 2018, Suspiria tuvo un remake protagonizado por Dakota Johnson y Tilda Swinton.