La identidad sexual de las personas no debería ser noticia y especular al respecto es transfóbico. Lo decimos por la reciente polémica de Clara Chía, la nueva pareja de Gerard Piqué.
Clara Chía, ¿una mujer trans? No importa
Todo inició con rumores sobre el supuesto “pasado” de Clara: se dijo que la modelo es una mujer trans de nombre Sebastián.
Una mujer trans es una mujer, y lo mismo ocurre con un hombre trans, así que en dado caso de que la información sea verídica, Piqué no está saliendo con una mujer que era hombre, con un hombre que se volvió mujer, ni con un hombre que se convirtió en mujer. Eso no es más que transfobia y tristemente así ha sido reportada en medios y contenido en redes.
Los crímenes de odio que esta situación está generando son preocupantes. De acuerdo con información del proyecto de investigación Transrespeto versus Transfobia (TvT) en el Mundo, a finales del año pasado fueron registrados 327 asesinatos de personas trans y de género diverso.
La mayoría de los casos ocurrieron entre América Latina y el Caribe, con 222 asesinatos registrados, y el 95 por ciento del total fueron mujeres trans o personas trans femeninas.
“Estos números son sólo una pequeña muestra de la realidad, puesto que muchos asesinatos siguen sin reportarse, o son erróneamente identificados. La mayoría de los datos se recopilaron de países con una red establecida de organizaciones trans y LGBTIQ que realizan seguimiento”, se lee en el reporte.
@adrianajuarez3118
¿Por qué tenemos que dejar de hablar sobre la identidad de las personas trans?
Es preocupante que a casi un cuarto del siglo XXI se siga dando un revuelo mediático respecto a la identidad de una persona, ya que la mayoría de las luchas sociales que siguen ocurriendo hoy día no han buscado otra cosa sino crear conciencia sobre la importancia de respetarnos unos a otros.
Aún teniendo en cuenta los crímenes de odio que existen contra las personas de la comunidad LGBTIQ+ simplemente por existir, muchas personas continúan haciendo de casos como éste un circo mediático que sólo genera burlas donde no debería haberlas.
Es un acto irresponsable por parte de las personas que comparten contenidos de este estilo porque se sigue dando pie a entrometerse en las decisiones de otros y en un acto tan personal como lo es la identidad de una persona, en lugar de simplemente respetarla porque se trata de un ser humano de quien se está hablando, como cualquiera de nosotros.
En lugar de crear debates sobre lo que en verdad preocupa, que es la falta de seguridad y visibilidad para la comunidad trans, como el estudio de la TvT lo demuestra, la gente sigue hablando de si un hombre o una mujer trans deberían ser considerados hombres o mujeres en plenitud, y eso ya no debe ser aceptado.
Preocupa que partes de la sociedad justifiquen estos tipos de crímenes de odio simplemente por no querer deshacerse de muchas ideas heteronormadas que no permiten ver la diversidad existente.
Ante la urgencia de crear espacios seguros para todos y realmente caminar en aras al respeto mutuo, ¿no sería mejor dejar de sorprendernos al llegar a conocer a una persona trans o que forme parte de la comunidad LGBTIQ y simplemente ver a esta gente como lo que son? Seres humanos con pensamientos y sentimientos que merecen apoyo y respeto como cualquier otra persona.
Demostremos que como sociedad somos mejores que los patrones separatistas e irrespetuosos de nuestro pasado al simplemente dar ese respeto a los demás sin hacer escándalos mediáticos; quizás ese sea el primer paso importante para conducirnos hacia el tipo de sociedad que queremos ser en el futuro