Aunque lo digan de broma, hay suegras que no se merecen ni el saludo. Un claro ejemplo es la mamá de Piqué, quien no sólo trataba mal a Shakira, sino también ayudó a su hijo para serle infiel con Clara Chía.
El cuento del matrimonio ‘perfecto’ terminó con la traición del ex futbolista y de ahí fueron saliendo varios ‘trapitos al sol’, incluso, detalles de la mala relación que la colombiana tenía con su suegra Montserrat Bernabéu.
Muchas veces suelen decir que uno no se casa con la familia, y es cierto, pero también es un hecho que cuando unes tu vida con la de alguien más, hay que convivir con ellos, incluso, por puro respeto, ‘tragarse’ uno que otro coraje.
En el caso de Shakira, permitió que la mamá de Piqué la callara, humillara, menospreciara y otras cosas, simplemente porque no le parecía que estuviera con su hijo.
Así ocultó la mamá de Piqué la infidelidad con Clara Chía
Ahora entendemos más a Shakira cuando dijo que una de las peores cosas fue “dejarle de vecina a la suegra”, pues los amigos del español no eran los únicos que sabían de la infidelidad.
Montserrat estaba enterada de que su hijo estaba con otra mujer aun viviendo con la colombiana, e incluso, según medios locales, ideó un plan para que pudiera pasar más tiempo con la amante.
Con ‘cara de persona buena’, la mamá de Piqué se acercó a la cantante y le recomendó tomar clases de surf para relajarse y distraerse de todo el estrés.
Sin embargo, detrás de este consejo había algo turbio, ya que lo que realmente buscaba era que mientras la intérprete de ‘Antología’ estaba sobre las olas, su ‘bebé’ pudiera pasar más tiempo con Clara Chía.
La mala fama de las suegras
Las suegras, desde tiempos históricos, suelen tener mala fama, ya que en muchas familias juegan un papel discordante.
Se les conoce como esas personas que nunca están de acuerdo con nada y perjudican la relación de su hijo o hija, dependiendo el caso, pues al querer lo mejor para ellos, cometen el error de entrometerse de más.
Siempre hay una forma de llevarse mejor con la mamá de tu pareja, pero si de plano no cede, tampoco se vale permitir malos tratos de su parte.
Ojo, no se generaliza, también hay suegras que llegan a convertirse en segundas mamás. Así que si tienes una suegra que te quiere y respeta, atesórala mucho, pues cuenta la leyenda, que no hay muchas de esas.
