Con motivo de su reciente colaboración con Juan Manuel Torreblanca, quien a principios de año visitó la ciudad de Lima para colaborar con la productora Pasaje 18, el músico peruano Camilo Vega nos compartió un poco de su experiencia al lado del mexicano. Así, con la colaboración que presentan en el sencillo “INJUS” se consumó una serie de intercambios a distancia al haberse conocido ambos músicos a través de las redes sociales. “Pasaje 18 tenía la oportunidad de hacer algo conmigo, y se le ocurrió proponerle también a Juan Manuel trabajar en el proyecto, entonces resultó que él ya sabía de quién se trataba. Vino, grabó sus videoclips, hizo una sesión de Balcony TV conmigo, colaboré con él en una versión acústica de “Como un amigo”, y grabamos esta nueva versión de una canción mía donde hay voz y piano de él. Así que en la semana que estuvo aquí consolidamos una amistad genial, luego nos encontrado en Colombia; las cosas están muy bacanes con JuanMa es un gran creativo y tiene un talento increíble.”
¿Y te lo llevaste a Macchu Picchu?
Pues no dio el tiempo, lo tuvimos bastante ocupado, pero eso es genial porque ahora hay pretexto para que regrese.
Yo sé que en Perú hay lugares muy mágicos, como el Lago Titicaca que en realidad parece un mar, Macchu Picchu por supuesto, la arquitectura…
Yo siento que con México hay una conexión muy especial porque tenemos varios temas en común, además de todo lo que tenemos en América Latina, mucho en común con Ecuador, Colombia, Venezuela; pero por este tema de las grandes culturas prehispánicas tenemos un muy bello pasado en común con México, y también tenemos mucho en común en nuestra fama gastronómica, ¿cierto? Creo que somos las cocinas más sabrosas de toda América Latina. Tenemos muchos motivos para sentirnos más hermanos que nunca, así que, parte de eso es compartir nuestros problemas, y sobre eso es un poco la letra de la canción.
¿Tú siempre has hecho esta música de protesta? A la vez se convierte en
un acto hasta subversivo.
Soy sociólogo, y siempre estudié en paralelo música con profesores. Y en algún momento, trabajando como sociólogo, vi tantos temas que había que resaltar para mejorarlos que me nacían a través de discursos sonorizados. Yo creo que mi música va por ahí: son discursos de diferentes temas y los sonorizo en muchos géneros, no me encierro en uno solo. Así que va por ahí. Siento que la protesta está muy satanizada, la protesta a veces es muy necesaria, es buena, si no se vulnera el derecho de otras personas. Si vas a protestar con el fin de llamar la atención sobre algo que esta mal aunque nadie te hace caso y no vulneras el derecho de nadie más, es una protesta muy ética. Protestar a través de la música me parece que es bastante bueno, entonces hay muchas de mis letras que tienen contenido queja o protesta, hay otros que quizás no son tanto protesta, sino una descripción muy científica de algo que no está ocurriendo bien. También tengo letras más introspectivas, más emocionales que quizás no son la mayoría, pero ahí están.
El término “protesta” acá en México sí está también satanizado pero a través de los medios masivos, aunque la protesta puede tener muchas caras y es válido. Pero ¿qué pasa si no hay una reacción? ¿Tú crees que de verdad la protesta en la música tenga un impacto real en aquel que la escucha?
Pues yo creo que depende de cómo se construya el mensaje, porque si el mensaje se construye como algo muy difícil, se pierde; pero si tienes la capacidad de ser lúdico en la canción, el mensaje llega con claridad; entonces ese es más o menos mi intento. Si te das cuenta, se podría decir que yo no hago mucha poesía en mis letras, mucho simbolismo, soy súper directo y por ahí intento que el mensaje llegue rápido. Creo que se puede llegar a hacer protesta y por lo menos puede llegar a sensibilizar y concientizar a gente a través de la música, que es bastante, es cambiar su forma de pensar. Estoy seguro que vale la pena utilizar el arte como vehículo para comunicar cosas importantes. Por ahí voy, estoy intentando cada vez más que los mensajes que pueden ser difíciles de comunicar se pongan en “modo fácil” y en música que pueda calar en el imaginario popular.
Tu música no es la típica de protesta, porque desde que se escucha encuentras que hay algo, y te inquieta, tiene una estructura de pop…
Es raro, ¿cierto? Yo se que es muy extraña porque de pronto escuchas música y algunas canciones que son entre pop y rock y te hablan de cosas tan seria, pero las canciones están en tonos tan amables… Justo esa es la manera en que trato de llegar a la mayor cantidad de escuchas posible, y eso no es sencillo pero estoy en ese proceso de conciliación, de letras complicadas tratando de ser sencillas, y modos de canciones que pueda entender fácilmente cualquier persona de América Latina.
El nombre que le pusieron a la colaboración con Torreblanca parece una palabra incompleta…
En América Latina, muchas veces a los Ministerios le ponemos abreviaturas, el Ministerio de Educación es “Minedu”, el Ministerio de Cultura “Mincul, y el Ministerio de Justicia en muchos países es “Minjus”. Lastimosamente, en muchos países no se tiene garantizado el acceso a la justicia, está demasiado corrompida, entonces era un juego de palabras que dejé como “Injus”, que te llama a pensar en injusticia. No necesariamente es fácil entender la canción desde el título, pero así me nació, así la coloqué y ya después surgió la posibilidad de trabarla con JuanMa, pero ese es el motivo, vienes de quitarle la M al acrónimo de “Minjus”. Para jugar con la curiosidad de la audiencia.
Desde tu concepción, ¿cómo defines al “enfrentamiento”?
Yo lo tengo claro, en cuanto a enfrentamiento no necesariamente implica algo negativo, ni una pelea o algo irreconciliable. Yo creo que se puede tomar como el hecho de afrontar algo que no está bien, y para hacer eso, para dar la cara a cara, no necesariamente tienes que ir con una actitud negativa o de cero negociación. Es algo que no llega a entender la población en general. Sienten que “enfrentamiento” es sinónimo de algo negativo, pero enfrentar también puede ser afrontar algo de una manera positiva, con ganas de construir, de criticar constructivamente, ser propositivo y hacer. Para mí, la concepción de enfrentamiento apunta a algo mucho más evolucionado y superior de lo que normalmente interpreta la población. Es una oportunidad de cambio para mejorar las cosas.
Para ti, ¿qué es la belleza?
La belleza es coherencia para entender las cosas mejor. Escucha ya el sencillo “INJUS”, de Camilo Vega en colaboración con Torreblanca