Daniel Johnston conquistó a la escena underground con su discografía que estaba enfocada por un lado en su obsesión por el amor y por el otro, en el demonio, uno de los mitos que más miedo le daban a este artista estadounidense que comenzó a sobresalir en la década de los ochenta.
Lamentablemente falleció el 10 de septiembre de 2019 a causa de un paro cardiaco, el cual fue desencadenado por varios problemas de salud que azotaron la vida de la estrella indie que además de los estragos físicos, fue diagnosticado con Trastorno bipolar severo, así como con esquizofrenia.
Las décadas que pasó con medicación para sus problemas mentales, derivaron en problemas hepáticos por los que estuvo hospitalizado en un hospital de Texas días antes de su muerte.
Johnston siempre quiso ser famoso y de acuerdo con testimonios de personas cercanas a él, era algo que siempre le decía a la gente que se encontraba en la calle.
El músico trabajó duro para llegar a su objetivo y a pesar de que lanzó su primer álbum en 1981, su carrera comenzó a despegar hasta la década de los noventa con su disco Fun, esto cuando la escena independiente ganó terreno y agrupaciones de la talla de Sonic Youth y Yo La Tengo lo apadrinaron.
El artista originario de California comenzó a convertirse en todo un ícono de la música underground, tanto que Kurt Cobain, el líder de Nirvana se declaró fan y apareció con una camiseta de la rana alienígena Jeremiah, uno de sus dibujos clásicos y portada de su álbum Hi, how are you.
Tal vez sus éxitos más conocidos son True Love Will Find You In the End que tiene más de 22 millones de reproducciones en Spotify o Walking In The Cow.
Por otra parte, Daniel también sobresalió en la corriente del outsider art, o arte surgido de la enfermedad mental, y su trabajo se presentó en importantes galerías de Nueva York y Madrid.
A pesar de esta genialidad, su vida se vio marcada por los trastornos mentales que padeció y estuvo involucrado en varios percances que casi terminan con su vida.
En una ocasión fue internado en un hospital psiquiátrico por atacar al baterista de Sonic Youth, Steve Shelley. Además durante un viaje de vuelta a Houston, tras presentarse para miles de personas en el festival de Austin, sufrió un brote psicótico cuando iba en la avioneta privada de su padre, por lo que arrancó las llaves del aparato en pleno vuelo y las tiró por la ventana. Afortunadamente ambos salieron ilesos.
Los problemas de salud que padeció Daniel lo acompañaron durante toda su vida, pero aún así quedó como un músico de culto de la escena independiente que no olvida su genialidad.