¿Te has preguntado si has hecho algo para ofender a Dios? Tal vez has estado desafiando su ira y ni siquiera eres completamente consciente de todo lo que esto conlleva. Yo me detendría a pensar si mi vida ha ido acorde con lo que mi padres me enseñaron sobre la divinidad, si he obedecido al reto que se me ha puesto en frente: vivir dignamente. Quizá lo he hecho, quizá no, pero lo cierto es que he vivido, me he divertido, he llorado y me he envuelto en la euforia de la vida misma. He agradeciendo poder amanecer una mañana más y en ocasiones deseado no respirar… Este mismo sentimiento le llegó a Patti Smith cuando junto a su banda andaban de gira como teloneros de Bob Seger, a principios del 77.
Acababa de lanzar su segundo disco “Radio Ethiopia”, una grabación vista más como una carta de amor que como un disco. Ni siquiera los melómanos más apasionados estaban realmente preparados para escucharlo. Necesitaban abrir sus mentes y oídos ante el misticismo, el punk sucio y el sonido crudo de un grupo que eran liderado por una mujer que creó sus propias reglas de vida. Como era de esperarse, Patti Smith desafió a todo los que estaban frente a ella, se burló y les demostró que una delgada y talentosa chica estaba por hacer historia en el mundo de la música. Todo seguía su curso, hasta que se sintió intimidada por Dios.
En el tour, durante su presentación en Tampa, la cantante giró cuando perdió el equilibrio, tropezó y cayó del escenario rompiéndose el cuello. Terminó con dos vértebras fracturadas, huesos rotos en la cara y 22 puntadas en la cabeza. En su estancia en el hospital, más lucida, luego de haber permanecido algunas horas inconsciente, miró al cielo y encontró que estaba siendo castigada por Dios: «Sentí como si él me me dijera “si sigues golpeando contra mi puerta, la abriré y caerás”. Y lo hizo».
Luego de la cancelación de la gira y la terapia física regresó a los escenarios con “Easter”, un disco que ella interpretó como una señal divina. Tras el fracaso comercial de “Radio Ehiopia”, álbum que promocionaba al momento del accidento, Patti pensó que podía alinearse a las peticiones de la disquera, regenerar su bolsillo y su relación con Dios. Firmó entonces con Artista Records, buscando llevar su carrera musical con total libertad creativa, aunque a decir verdad, su música nunca fue algo que pudiera mover masas, aún así ella pretendía hacer algo grande, de lo que Dios se sintiera orgulloso.
Luego de haber tenido una buena experiencia con sus productores en “Horses”, decidió cambiar a un equipo nuevo, así que no dudó acercarse a Jimmy Iovine, quien previamente trabajó con Bruce Springsteen. Entonces la opinión sobre ella se dividió, ¿era vendida o simplemente pretendía crecer?
La banda entró al estudio y probaron canciones que desafortunadamente no funcionaban para ellos, únicamente una de ellas era lo suficientemente buena. Ante esto, el productor llevo el material con el propio Springsteen quien lo “mejoraría”. Al principio, ella se negó a escucharlo, estaba ofendida y se sentía minimizada. Una noche, decidió darle una oportunidad a la grabación, más por curiosidad que por interés y encontró la clave del éxito. El disco se hizo sólo después de entender su propia idea en alguien más. Todo se había acomodado.
Luego de repensar “Easter”, entendió que no era un disco destinado a triunfar comercialmente, sino que tenía un conjunto de canciones cautivadoras, magníficas y dignas de ser escuchadas por todo el mundo. Tenía razón. En cada track había un poco del corazón de Smith, de su agradecimiento por estar viva. Desde el arte de la portada que explotaba el sex appeal de la cantante, hasta el interior, era una gama de ideas realmente bien planificadas, con la firme idea de vender. Incluso la historia detrás de la portada es muy al estilo de la cantante. «Cuando vi las fotos terminadas, me miré, no pude evitar masturbarme. Pensé que si yo lo hacía, seguramente los pubertos lo harían también, eso me haría muy feliz», cuenta la cantante.
https://www.youtube.com/watch?v=0peTfMOdDoo
«Come on now try and understand The way I feel under your command Take my hand as the sun descends They can’t touch you now».
La canción que llegaría al Billboard es ‘Because the Night’, una liberación sexualmente explícita que hacía que Smith se sintiera plena, rompía esquemas y reglas que socialmente estaban impuestas. Por ello se convirtió incluso en un himno propio, ella lo cantaba con tanto sentimiento que era imposible no sentirse parte de su aura, de esa atmósfera que creaba cada que subía al escenario. El resto de las canciones pueden no ser tan legendarias, pero son muy complejas, pues cuentan su historia y la de la música; el rock n’ roll se hace presente en cada melodía de “Easter”. Es una declaración del amor femenino, de ese que sólo entre chicas se entiende, no importa si eres una cursi que escribe cartas de amor a su novio o si eres de las que no demuestran su cariño por miedo a llevar el corazón roto. Patti Smith englobó tristeza, euforia, lágrimas y latidos en un sólo disco.
Pero además del amor, había gritos y denuncia sociale, había enojo e incomodidad que supo plasmar en el tracklist. Ella fue juzgada, odiada y criticada. Sin embargo en “Easter” no hace más que poner al rock como una de las maneras más puras de crear arte, a los hombres como una inspiración, a las mujeres como un incentivo. A las etiquetas sociales como un impulso y la vida como el pretexto perfecto para hacer música y explotar cada recurso a su alcance, así fuese Bruce Springsteen, el erotismo o la fama, el punto era salir adelante y triunfar en la vida.
Al final, una pista oculta se asoma irónicamente, una frase del Nuevo Testamento: «He dado una buena pelea, he terminado mi camino», palabras dichas por el apóstol Pablo, que Smith se adueñó, una forma de despedirse de esa faceta de su vida, pronto iniciaría una nueva. Ella estaba agradecida con Dios, pero no estaba dispuesta a cumplir sus deseos, que eran ser libre y buena, esparcir amor y buen comportamiento. Se sintió intimidada por él y había cumplido su penitencia; alguien allá arriba estaba complacido y satisfecho, pero su relación había concluido en un disco que la sacó del casi anonimato y le dio incentivos para crear muchas otras melodías impregnadas de la verdadera esencia de Patti Smith.
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Patti Smith es una profunda admiradora de Frida Kahlo ya que ha aprendido valiosas lecciones de amor en su pintora, de igual modo tiene una lista de libros favoritos que recomienda para ser una mujer aún más fuerte.
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Referencia
Pitchfork
Rolling Stone
Clash Music