En la cima de un volcán extinto en la Sierra Negra en el estado de Puebla, astrónomos mexicanos descubrieron una de las galaxias más lejanas del universo, localizada a unos 12 mil 800 millones de años luz de la Tierra.
A través de un artículo científico que se publicó el pasado mes de noviembre en la revista Nature Astromony, los investigadores detallaron que la galaxia G09 83808 se originó cuando el universo apenas tenía unos 900 millones de años.
Jorge A. Zavala, Alfredo Montaña y David Hughs, astrónomos del Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica, ubicaron una de las más viejas y lejanas nebulosas con ayuda del Gran Telescopio Milimétrico “Alfonso Serrano”, alzado en México, y en colaboración con el telescopio ALMA, en Chile.
Miguel Chávez Dagostino, director científico del Gran Telescopio Milimétrico (GTM), aseveró en entrevista para la Agencia Sinc que ese radiotelescopio es una de las maravillas de la ingeniería mexicana más importantes de su tipo:
El GTM es el proyecto científico más ambicioso de México. Es un instrumento extremadamente complejo. Consiste en una antena de 50 metros de diámetro y 180 paneles que nos permite detectar aquello que no podemos apreciar con nuestros ojos: los misterios de un universo oscuro, frío y joven.
El GTM es una de las orejas mexicanas para escuchar y observar el espacio desde un volcán extinto en Puebla. (Foto: Facebook GTM)
Vladimir Ávila-Reese, coautor del artículo e investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), precisó que las galaxias son difíciles de detectar, debido a que durante el nacimiento de estrellas, estas emiten altas cantidades de luz ultravioleta y explotan como supernovas, expulsando un polvo cósmico que termina viajando entre planetas.
En este sentido, los astrónomos deben utilizar tecnología sensible y de vanguardia para encontrar la ruta elíptica de estos viajeros astrales, que en pocos millones de años son capaces de producir elementos químicos pesados de los que se forma el polvo cósmico, el cual cubre por completo a las estrellas y su radiación es absorbida por el magnetismo de otros astros.
Para acceder al GTM, los investigadores deben subir varios kilómetros en terracería en camionetas. (Foto: Facebook GTM)
En entrevista para el medio Foro Consultivo, Ávila-Reese indicó que la galaxia G09 83808 es unos de los pocos objetos antiguos en el universo que no recibió demasiadas modificaciones, de hecho, su tamaño y tasa de formación estelar son normales:
Esta galaxia fue estudiada con este telescopio como parte de un programa que observó fuentes en el lejano infrarrojo, detectadas previamente con un mapeo realizado por el Telescopio Hershel. En una galaxia única, la más lejana de su tipo y no esperábamos que pudiera existir en esas épocas.
Los lugareños llaman al telescopio “El Gran Tamal de Mole” por su apariencia en la punta de la sierra poblana. (Foto: Facebook GTM)
Después de ubicar la galaxia, utilizaron la tecnología de un lente gravitacional del telescopio ALMA en Chile para observar la nebulosa con mayor detalle.
Se descubrió una galaxia en su niñez temprana que está totalmente embebida en polvo, la cual es bastante retador porque tuvo que haber una generación previa de estrellas que formarán moléculas que generaran el polvo, procesos que pensábamos que eran más tardíos.
Finalmente, los astrónomos continuarán observando el espacio con el objetivo de descubrir galaxias comunes y la evolución de las mismas.
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