Los dos lagos más grandes del planeta se encuentran en la remota Antártida, están congelados bajo una capa de hielo de más de 3 mil 700 metros de espesor y ocultan una inmensa cantidad de agua que ha permanecido aislada de la superficie por cientos de millones de años. Ahí mismo se construyó hace 60 años la base militar soviética de Vostok, que hoy es el centro principal que investiga los milenarios misterios de dichos lagos.
A pesar de ser la única estación encima de la espesa capa de hielo, las antiguas expediciones que se adentraron a explorar los enigmáticos lagos, han fracasado en descubrir el pasado de la Tierra a través del antiguo lago y los misterios de la evolución bacteriológica que él esconde.
No se supo que la planicie que albergaba la estación de Vostok se trataba de un lago hasta 1994. Después de la caída de la Unión Soviética, y en 2002, se obtuvieron las primeras muestras biológicas del agua subglacial, y no fue hasta hace un año que se confirmó la presencia de vida en las profundidades de la Antártida.
Primera expedición soviética en el Ártico, años setenta. (Foto: V. Chistyakov)
Allí se descubrió la bacteria w123-10, extraída de las profundidades del lago Ártico después de la excavación de un pozo que logró penetrar la espesura del hielo. La naturaleza del w123-10 es muy similar a la de las bacterias conocidas.
Otro descubrimiento fue el de una especie de organismo nunca antes visto, el janthinobacterium, un microbio análogo con restos de 47 ADN pertenecientes a las bacterias ya descubiertas.
De no ser que el origen de su existencia provenga de las profundidades del Ártico, ya lo habrían declarado como un organismo extraterrestre, sin embargo sus características biológicas delatan su naturaleza terrestre, dijo a Sputnik el científico del Instituto de Física Nuclear de San Petesburgo, Sergei Bulat.
También se detectaron fuentes termales en las zonas más profundas de los lagos, ya que los expertos detectaron presencia de cristales y minerales en las muestras de agua, estas características minerales son propias y exclusivas de las zonas hidrotermales.
El jefe de la expedición rusa, Alezander Klepikov, dijo que para 2019 lograrán penetrar 25 metros más de profundidad con el fin de llegar al misterioso lago.
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