Te vigilan, cuidan cada uno de tus pasos, saben dónde estás y qué te gusta, incluso te dan una calificación como ciudadano. Sí, sabemos que esto suena a un capítulo de Black Mirror, pero en un mundo de autoritarismo salvaje, esta podría ser la realidad dentro de muy poco.
Es en China donde el gobierno ha anunciado que está próximo a lanzar su sistema de “Crédito Social” en tiempo real para 2020: dos años para una férrea vigilancia. Vigilar y castigar, diría un buen filósofo, una dinámica de control y poder sobre el cuerpo del otro.
“Nosedive” es el nombre del capítulo de Black Mirror donde se expone un futuro parecido, y al parecer la ficción producto de la mente humana no nos da la oportunidad de aprender, sólo de imaginar mundos terribles que luego reproducimos.
¿Funcionará un sistema de control tan extremo? (Foto: Medium)
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¿De qué va el programa?
Es un sistema distópico que pretende rastrear y clasificar a los ciudadanos chinos basándose en una combinación de factores utilizados para luego asignarle a cada persona una puntuación numérica. ¿Qué se harán estos puntajes? Literal hacer o deshacer a una persona, en algunos casos incluso les otorgaran acceso VIP a ciertas instituciones.
Por otro lado, los delincuentes o las personas que tengan, por alguna razón, un bajo puntaje estarán en la lista negra del gobierno, siendo limitados en algunos recursos, incluido el acceso a las escuelas o el transporte. Estos puntajes que pueden fluctuar en tiempo real según el comportamiento de un individuo y cómo se ven afectados los que están a su alrededor.
¿Qué pretende el gobierno chino?
Según ellos, el sistema de clasificación construirá una “sociedad socialista armoniosa” que perfeccionarla la economía de mercado de la potencia, acelerará y fortalecerá la conciencia de los ciudadanos.
¿Qué clase de mundo orwelliano es este? (Foto: Amino Apps)
Y como si no estuviéramos ya en una época de súper vigilancia, de la pérdida casi completa de la privacidad, en China ya funcionan alrededor de 600 millones de cámaras de vigilancia de alta tecnología para monitorear a los mil 400 millones de ciudadanos en el país.
De acuerdo a Channel News Asia, a más de 9 millones de personas ya les han prohibido comprar boletos de avión y otros 3 millones a comprar boletos de clase ejecutiva desde que se implementaron los programas piloto obligatorios en 2014.
Durante todo el día las cámaras estarán funcionando, revisando cada movimiento de una persona mediante inteligencia artificial para reconocer a la persona y hacer una referencia cruzada de sus registros del gobierno, incluidos los documentos médicos, financieros y legales. Luego el software procesa los números para dar a los individuos un puntaje de crédito social limitado a 800.
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Los puntajes suben por actos “positivos” como pagar las facturas a tiempo, participar en obras de caridad, clasificar la basura y obedecer las leyes de tránsito, lo que les dará poder para acceder a ventajas como transporte público más económico y tiempos de espera más cortos para acceder a algunos servicios.
Pero para los que actúen de manera “negativa” según el gobierno chino, la vida va a ser más difícil. Mucho más difícil. Las opiniones, por supuesto, han sido variadas, desde los que argumentan que el programa de clasificación es una forma de garantizar que las personas siempre tengan el mejor comportamiento, hasta los que dicen que esto va un paso más allá de monitorear a los ciudadanos y pretender controlarlos e influenciarlos en un juego de “gobernanza algorítmica”.
¿Tú qué opinas? ¿Crees que esto va a funcionar? Mientras esperamos a ver los resultados de una China que será el conejillo de Indias, esperamos que esto no acabe como en la popular serie de ciencia ficción.
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