De acuerdo, esto podrá sonar muy extraño, pero es real: un grupo de científicos chilenos desarrolló un aerosol que se aplicará por la nariz que promete combatir el alcoholismo. Como lo lees, te vas a inhalar tu cura. Está hecho con base en células madres obtenidas en liposucciones y ya ha sido probado en ratas adictas.
No, no es una sinopsis de película de ciencia ficción. Según el diario Las Últimas Noticias, en la investigación están involucrados científicos de la Universidad de Chile y la Universidad del Desarrollo, los cuales buscan inhibir las recaídas de aquellos que tratan de vencer el alcoholismo, un proceso muy difícil que puede hacer que las personas retomen el alcohol.
La abstinencia en el combate al alcoholismo es una de las etapas más complicadas. (Foto: Unsplash)
¿Cómo van los resultados hasta ahora?
Las ratas, como casi siempre, son las que se llevan la peor parte, siendo sólo objeto de un estudio ajeno a ellas, pero eso es otro tema. Según el doctor Yedy Israel, académico del programa de Farmacología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y líder del grupo, ratas y humanos comparten condiciones en al alcoholismo:
Las ratas y humanos que han ingerido alcohol durante un período prolongado tienen el cerebro inflamado y rancio, procesos que se potencian. Aunque el animal no esté con tiritones, con sólo ver su droga favorita recuerda cuánto le gusta beber.
El experimento: los expertos ofrecieron una cantidad de alcohol equivalente al consumo humano promedio (de una persona de 70 kilos aprox.), o sea, dos botellas de whisky de 50 grados y 750 cc cada una, por día, a un grupo de ratones durante tres meses.
A una parte de estas ratas se les inyectó células madres mesenquimáticas (es decir, antiinflamatorias) en el líquido cefalorraquídeo. A las restantes sólo se les administró un placebo y todas pasaron un período de 14 días de abstinencia.
Los científicos esperan conseguir el mismo efecto en los humanos que en los ratones. (Foto: El País)
El resultado fue muy curioso: a las inyectadas tomaron lo que ingiere un “bebedor social” (28 gramos de alcohol), mientras que las que recibieron sólo un placebo aumentaron la ingesta, tomando el equivalente a una persona de 70 kilos: 154 gramos de alcohol, más o menos la mitad de una botella de whisky en una hora.
¿Cómo llegaron al aerosol?
Pues los científicos pensaron que la aplicación de las células antiinflamatorias sería más fácil en esta versión, por lo que desarrollaron el aerosol nasal y lo suministraron a las ratas adictas.
Con esto se dieron cuenta del verdadero alcance del experimento: con la primera dosis las ratas mostraron un 70 % de inhibición al consumo, que aumentó a 90 por ciento en la segunda y tercera dosis.
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La investigadora María Elena Quintanilla dijo al medio de comunicación que están muy satisfechos con los resultados, pero que ahora probarán los efectos de la administración nasal de secretomas a animales adictos a la nicotina:
Los secretomas (término que agrupa los factores solubles paracrinos producidos por células madre, utilizados para la comunicación entre células), los devuelven a la normalidad porque tienen acción antiinflamatoria y antioxidante.
Este invento podría ser un gran paso para tratar una enfermedad que mata a millones de personas en el mundo.
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