Allá en una orilla del espacio que está a 111 años luz de la Tierra, hay una estrella sobre la que orbita un planeta que puede ser una “supertierra”. No es la única: la acompaña un exoplaneta que parece ser un sistema solar.
El mundo recién descubierto fue encontrado cuando un equipo de investigadores del departamento de astronomía y astrofísica de la Universidad de Toronto, analizaba datos del Observatorio Europeo Austral (ESO) en el sistema de estrellas K2-18, donde se encontró al planeta K2-18b en 2005.
Después de saber que el K2-18b estaba ahí, más datos les hicieron saber que se trata de un planeta grande y rocoso, como la Tierra, y que tiene una gran cantidad de hielo y agua en la superficie, justo por lo que los astrónomos lo llaman “supertierra”, por sus características de tamaño y masa, que están entre las proporciones de la Tierra y Neptuno, que en este caso es algo así como cuatro veces las proporciones de nuestro planeta.
Observación del K2-18b. (Fuente: setiquest.info)
Estas “supertierras” son más comunes de lo que se pensaba, y si orbitan en la “zona habitable” del universo y hay indicios de agua líquida en su superficie, podrían ser mundos rocosos con océanos y posiblemente vida.
En este caso, la órbita de K2-18b lo mantiene alrededor de su estrella enana M roja cada 33 días, un cálculo que significa que está más o menos en un 15 por ciento de cercanía a su estrella como nosotros lo estamos del Sol. Además, se sabe que es dos punto cinco veces más grande que la Tierra, pero ocho veces más masivo.
Hace poco, se descubrió otro planeta en ese sistema, el K2-18c, que tiene aproximadamente el mismo tamaño y masa. Pero como orbita más cerca de su estrella proveedora de energía, un 60 por ciento de la distancia del K2-18b, no es un mundo potencialmente habitable.
Uno de los métodos más comunes para encontrar exoplanetas es por su tránsito, que se mide mediante un telescopio espacial, por el que se observa el brillo de las estrellas y de las que se sabe que si se atenúa una breve fracción, es indicio de que un planeta haya cruzado entre la estrella y quien mira.
Representaciones de exoplanetas comparados con los de nuestro Sistema Solar. (Fuente: backalleyastronomy)
En el caso del Observatorio Europeo Austral, los datos fueron recolectados por el HARPS, el buscador de Planetas de Alta Velocidad Radial de Alta Precisión, un telescopio en Chile. El hallazgo se hizo mientras se analizaban pequeños movimientos de una estrella.
Lo que sigue ahora es determinar la atmósfera del K2-18b, ya que, después de Marte, es el candidato más prometedor para mantener vida en él. Pero no se sabrá mucho hasta el 2019, cuando se lance una nueva generación de telescopio espacial.
Así, los astrónomos están como en feria con el continuo descubrimiento de exoplanetas, en especial aquellos que tienen muchas posibilidades de ser habitables.