Cinco minutos antes de que sonara el despertador, Daniel logró escapar de su sueño: Peny, quien pronto sería su prometida, estaba en el altar, luciendo hermosa para él, pero cuando se acercaba para besarla, se convirtió en un monstruo. Llevaba ya cuatro meses pensando en cómo proponerle matrimonio a la chica que siempre creyó era la de sus sueños, pero cada que se acercaba más la fecha, le entraban más dudas… En tres horas tenía que estar en el aeropuerto para viajar a Brasil y cerrar tratos con un par de emprendedores que mucho prometían, pero el negocio no le espantaba más que su duda por saber si realmente quería hacer de Peny su mujer. Llegó al aeropuerto temprano hasta que lo llamaron para subir al vuelo, abordó, y se quedó profundamente dormido con sus pensamientos.
Se despertó de golpe. Una fuerte sacudida hizo que a una niña se le escaparan los gritos. Cuando abrió los ojos, se dio cuenta de lo que estaba pasando: el piloto advertía que había una fuerte tormenta al frente y que la turbulencia duraría más de lo esperado. La gente empezó a entrar en pánico después de que pasaran los minutos y la estabilidad del avión se sintiera cada vez peor.
—Seguro voy a morir, gritó Daniel en su cabeza.
—¡Dios mío, los contratistas brasileños! ¡Ah, qué importa. ¿Qué le van a decir a Peny?! ¿¡Cómo se me ocurrió dudar de que quería estar con ella!? ¡Es la mujer de mi vida! Y ahora ya nunca lo va a saber. No va a volver a verme ahora.
Los pensamientos de Daniel se empezaron a volver cada vez más catastróficos y los gritos de algunas personas que ni siquiera intentaban mantener la calma no eran de mucha ayuda. Ya no volvería a ver a su familia, ni a comer la fabada que preparaba su mamá. Ya no volvería a quejarse por tener que levantar las gracias de su perro cuando lo sacaba a pasear. Ya no iba a poder besar a Peny y sentir que todo el universo se condensaba en ella cuando la veía… ¿Cómo pudo haber dudado? ¿Por qué no pidió casarse con ella hace un año? Justo cuando iba a empezar a llorar como un niño, la turbulencia cesó. Daniel vio salir el sol de entre las nubes y supo que la tormenta había pasado: la que había hecho temblar el avión y la que azotaba dentro de su cabeza. El vuelo transcurrió después con normalidad y calma… y ahora Daniel estaba seguro de que quería estar con Peny.
Los viajes pueden ser algo realmente inspirador y placentero, pero si por alguna extraña razón se te ocurre empezar a pensar en los peligros —la mayoría de las veces ilógicos y a dos pasos de imposibles— que pueden existir alrededor o a lo largo de ellos, puede que el viaje comience a parecerte una opción no tan agradable y que los nervios te empiecen a comer más por el miedo de que pase algo malo que por la emoción. Si quieres incentivar a sentirte como el próximo Náufrago — quieres evitarlo—, más te vale checar estas lista de películas que no debes ver antes de viajar:
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“Náufrago” (2000)
Robert Zemeckis
Lo que comienza como otro de sus múltiples viajes de negocios para el perfectamente organizado y controlador Chuck Noland, termina por dejarlo completamente aislado de toda humanidad en una isla desierta después de que su avión cediera ante una tormenta. Todo lo que pasa después en la isla es sumamente interesante: siempre se puede aprender algo de las películas de supervivencia. Pero el meollo del asunto está en… ¿Has considerado la posibilidad de cambiar ese viaje a Cancún por una salvaje isla deshabitada en medio de la nada?
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“Destino Final” (2000)
James Wong
Sin duda uno de los más grandes errores que puedes cometer antes de subirte a un avión es ver la película número uno de “Destino Final” (o cualquiera de las siguientes). Ya sabes: un grupo de estudiantes tienen una premonición de que su avión se va a caer, entonces evitan volar en esa ocasión en la que, efectivamente, el avión se cae. Cuando creen que “ya la libraron”, resulta que ¡no! No la veas antes de moverte de lugar, a menos de que seas una de esas personas a las que les excita el peligro, claro, entonces sí que te recomendamos verla antes de viajar.
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“127 horas” (2010)
Danny Boyle
Ésta es la historia de un viajero, un joven que no le teme a la vida, a la libertad ni a romper los límites, vive su existencia justo como le da su gana, sin tapujos ni ataduras, nunca nadie sabe dónde está ni qué es lo que va a hacer. Suena extraordinario y feliz, ¿no? Lo cierto es que, a pesar de las muchas ventajas que tiene llevar una vida así, también hay desventajas muy pesadas, como por ejemplo… Si te pasa algo y nadie sabe dónde estás ni cuándo te fuiste o cuándo se supone que volverás. ¿Entonces quién irá por ti? Nadie. Pero eso no lo había contemplado el temerario Aron Ralston, el montañista y explorador real en quien está basada esta película.
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Hostal (2005)
Eli Roth
Viajar “de mochilazo” es una experiencia que debe vivirse intensamente, pero tampoco hay que abusar como lo hicieron los protagonistas de este filme. Lo que comenzó como un bonito viaje para conocer Europa, terminó llevándolos a sufrir horrores inimaginables en un hostal manejado por una mente perversamente enferma. Así que, después de ver esta película y si vas a viajar a la mañana siguiente, sólo dos cosas: ¡No olvides tu suéter y cuídate de las mentes psicópatas!
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“Turistas” (2006)
John Stockwell
Otra película para espantar a los mochileros. Un grupo de jóvenes que viaja descubriendo Sudamérica se queda varado en medio de una remota zona rural en Brasil después de que el autobús se descompusiera en el camino. Si hasta ahí se escucha terrible, espera a ver lo que les pasa cuando se encuentran con los nativos del lugar…
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“Life of Pi” (2012)
Ang Lee
A pesar de que el tema central en la película va mucho, muchísimo más allá de un viaje catastrófico, su temática profundamente espiritual y el viaje por la religión y la supervivencia que conlleva la experiencia de Pi Patel (el personaje principal), se compenetra perfectamente con el objetivo de esta lista —mostrarte películas para pensar dos veces antes de viajar— cuando “lo bueno de la historia” empieza después de que el barco en el que se trasladaba se hunde tras una tormenta.
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“Alive” (1993)
Frank Marshall
“Alive” es una de las películas más impactantes de supervivencia que han existido, ya que no está alejada de la realidad, por ejemplo, de muchos alpinistas que se adentran a explorar la cumbre de las cadenas montañosas más frías y peligrosas del planeta, como Los Andes. A pesar de que la historia que se cuenta aquí no tiene nada que ver con alpinistas sino con jugadores de fútbol americano, las medidas que tienen que tomar para sobrevivir en Los Andes después de una catástrofe aérea es realmente impactante y sobrecogedora.
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“Turbulencia” (1997)
Robert Butler
Imagina esto: un grupo de criminales comparte avión contigo e intenta fugarse mientras están en pleno vuelo, que además ya es bastante arriesgado gracias a una tormenta —típico—. Además, a los criminales se les ocurre que matar a los pilotos es una grandiosa idea para seguir con su plan de escape, así que lo único que te queda por hacer es esperar, rezar, meter tu cabeza entre las rodillas y rogarle al universo que el auxiliar de vuelo pueda salvar el día.
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“The Green Inferno” (2015)
Eli Roth
No siempre las buenas acciones son pagadas con bien… Ésta sería una buena premisa si se trata de describir un poco la película del infierno verde, en la que los protagonistas se ven atrapados en una situación terrorífica por irse como activistas a salvar una selva y ésta resulta no ser lo que pensaban.
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“Aeropuerto” (1970)
George Seaton
Esta película sobre unos necios trabajadores de aeropuerto que intentan mantenerlo funcionando durante una tormenta de nieve fue el origen de muchas películas de catástrofe aéreo. Hasta para trabajar correctamente, tener prudencia y saber diferenciar cuando las cosas sí pueden seguir y cuando realmente no es conveniente.
Y el pilón…
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Titanic (1997)
James Cameron
Por supuesto que una película tan trágica no podía faltar. ¿Quién no lloró con esa escena en la que una pareja de viejecitos se muestra abrazada, resignada ante la muerte y olvido del mar? Definitivamente “Titanic” es una de esas películas que no, no, ¡no! deberías de ver antes de viajar, a menos que te identifiques más con Rose que con Jack y pienses que puedes manejar bien un hacha en caso de ser necesario.
Desde vuelos fallidos por tormentas hasta mochileros con muy mala suerte y un pésimo sentido de supervivencia, si amas viajar y disfrutar de ello, ésta fue la lista de películas que definitivamente no deberías ver antes de emprender un viaje si no quieres que te carcoman los nervios desde adentro.
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