Un colapso nervioso se puede ocasionar por cualquier cosa siempre y cuando se dé en el momento indicado; la predisposición para romperse en mil pedazos puede obedecer a ese terror que se llama “hacer la tesis”, “conseguir un trabajo” o “adquirir ese crédito eterno en el banco”. Y si a éste le sumamos nuestro fiel autosabotaje de orillarnos a la cornisa de la desesperación, constantemente resulta en algo más destructivo para nuestros días.
Esa necesidad por sentirnos al límite probablemente obedezca a un impulso subconsciente de llevarnos al extremo en una catástrofe que, finalmente, nos reconforte al vernos a salvo en situaciones de las que no somos protagonistas y que nos dan una sensación de que todo podría estar peor.
El cine de suspenso o de terror es el pretexto perfecto para eso, para estirar lo más posible nuestra capacidad de sufrir –un intento autónomo por seguir en tonos grises– y disfrutar de cada poro de nuestra piel en su estado más tiritante posible. Los cineastas encargados de estos géneros, especialmente el thriller, han perseguido esa reacción en el público desde un principio, pero quizá nunca se imaginaron que tantas personas, en nuestro afán por la tortura psicológica, por aumentar nuestro estrés, convertiríamos su obra en un objeto de admiración o culto.
Con el paso del tiempo y con una constante sed por lo terrible, se han obtenido filmes tan efectivos para su fin que después de verlas, dudamos en volver a reproducirlas por su oscuro efecto en nosotros. Totalmente en vano, claro, porque sucumbimos ante la primera oportunidad.
Con tramas perturbadoras, casi nauseabundas, existen películas que te dan dolor de cabeza, te mantienen al filo del asiento y exprimen en su totalidad a tu cerebro; aun así, no puedes escapar de ellas. De estéticas disruptivas, hay producciones que con suerte y a la hora exacta (puede ser la que tú prefieras en la madrugada), te hagan reventar de ansiedad.
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“La ventana indiscreta” (1954) – Alfred Hitchcock
Por ejemplo, esta obra maestra del amo del suspenso sabe hacernos temblar aun a años de su estreno; esta historia sobre un reportero convaleciente y demasiado entrometido nos recuerda de una manera bastante eficaz el problema de meternos en lo que no nos importa.
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“Bailando en la oscuridad” (2000), Lars von Trier
Con un estilo único y peculiar, este director nos trae una perturbadora película llena de matices escalofriantes para aquellos que somos en extremo sensibles al sufrimiento ajeno. Björk y Catherine Deneuve hacen excelentes papeles en esa tarea de estresarnos hasta el punto del llanto.
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“Hard Candy” (2005) – David Slade
Desde una perspectiva que estudia al terror que se puede presentar hasta en el cuerpo más insospechado, este filme explora la resistencia de sus espectadores mediante imágenes y secuencias que dan un giro cada que les es posible. Ellen Page es una genio del histrionismo psicótico.
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“Revólver” (2005) – Guy Ritchie
En escenarios de ventaja, culpa y venganza, se desarrolla este relato sobre un hombre que encara a la mafia de una manera que nunca imaginó. Si ves esta película, sabrás en pocos minutos lo que significa estar en peligro a cada segundo.
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“Celda 211” (2009) – Daniel Monzón
Esta producción española te hace querer entrar a la pantalla cada segundo, es impensable el riesgo y la crueldad a las que está expuesto el protagonista del filme y que siempre parece cercano un desenlace fatídico. Monzón demuestra con esta pieza la calidad alcanzable del cine en su país.
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“La vida de los otros” (2006) – Florian Henckel von Donnersmarck
¿Alguna vez has contado una mentira y sientes que su descubrimiento se acerca para consecuencias desastrosas? Ahora multiplícalo por 100 y obtienes por resultado esta película; Henckel sabe a la perfección cómo envolverte en sus tramas y hacerte padecer durante dos horas.
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“Mad Max: Fury Road” (2015) – George Miller
Una de las joyas que el 2015 nos regaló. Este reboot del clásico australiano muestran a un Max demasiado salvaje en la casi inalcanzable misión de salvar a un grupo de mujeres de un terrible destino. Esto sin contar que en esta producción se acompaña del personaje más extraordinario de la saga: Emperatriz Furiosa.
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“There Will Be Blood” (2007) – Paul Thomas Anderson
Este relato se sitúa en un Texas de principios de siglo XX, en el que se retrata de manera sublime lo miserable, ambicioso y descarnado que puede ser el hombre frente a situaciones que le auguran ventaja. Sólo que las consecuencias de este pensamiento en la película nos hacen estremecer con su esencia perturbadora.
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“A Woman Under the Influence” (1974) – John Cassavetes
¿Te has imaginado la desesperación de no percibir la realidad tal cual es en tu mente? Bueno, este filme te acerca exitosamente a esa posibilidad; en una posición que se extiende desde tu persona como espectador, pasa por la familia de la protagonista y finaliza en esta mujer, estás invitado a no dormir fácilmente.
https://www.youtube.com/watch?v=w9WnRfzlGEg
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“El conjuro” (2013) – James Wan
En este nuevo clásico inspirado en la vida y obra del matrimonio Warren, la forma en la que tratan temas sobrenaturales y sus consecuencias dentro de una familia típica norteamericana. Dicho filme de terror es sumamente efectivo para sudar un poco antes de ir a la cama.
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“Repulsion” (1965) – Roman Polanski
Al aprovecharse de una mente femenina en total consternación por el sexo opuesto, esta cinta muestra el peligro de caer en un odio profundo y general, y nos hace preguntarnos: ¿Habrá alguien así en la vida real y, peor aún, cerca de nosotros?
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“El ciempiés humano” (2009) – Tom Six
Todo en esta película está mal. Porqué no podemos dejar de verla también es muestra de lo errado en nosotros mismos; los límites de lo correcto en sus escenas se dislocan para que nos preguntemos cómo es que los protagonistas en esta producción siguen envueltos en eso. El colapso de nuestros nervios encuentra su máxima expresión a cada minuto.
https://www.youtube.com/watch?v=0piFZXT8Zxo
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“La casa de los mil cuerpos” (20039 – Rob Zombie
Rob Zombie tiene un problema, definitivo. Y aquellos que le seguimos fielmente también. En una constante de asesinatos, canibalismo y cultos oscuros, nuestra resistencia se pone a prueba en la estética característica de este genio de lo tenebroso.
https://www.youtube.com/watch?v=c96DM_5AHbg
La experiencia de estas películas no es para menos, sus guiones y la manera en cómo se solucionan visualmente son suficientes para generar en nosotros un colapso sin retorno; ver alguna de ellas implica dos cosas:
1. Somos seres trastornados que amamos el sentir estrujado nuestro cuerpo.
2) Ni siquiera nos damos cuenta y las tomamos como un escape del verdadero peligro, de lo realmente apabullante.
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