La mente de un asesino serial siempre ha sido algo que todo mundo quiere estudiar,. Cientos de psicólogos se especializan en el tema, y todos queremos saber cuál fue la motivación del criminal, qué experiencias vivieron para transformarlos en esos seres despiadados capaces de quitar vidas. El séptimo arte, al ser un espejo de la realidad, ha tomado muchas historias y las ha plasmado para que todos podamos apreciar a estas personas, para que comprendamos un poco más de ellos y sus motivos, para que veamos que son personas como nosotros y no monstruos.
Existe una larga lista de cintas que se centran en ese tema, desde las que tocan temas ficcionales como la compleja Seven, la famosa Psicópata Americano, la aterradora No Country for Old Men o la icónica El silencio de los inocentes; también las que se dedican a plasmar historias de asesinos reales, como Zodiaco de David Fincher o Monster de Patty Jenkins. Pero estas historias no sólo se han quedado en películas, sino que han evolucionado y se han adaptado a grandes series de televisión, como Dexter, True Detective, Mindhunter, The Sinner o la reciente entrega de American Crime Story.
La serie producida por Ryan Murphy (American Horror Story, Freud, Glee) nos relata en su segunda temporada la historia de Andrew Cunanan, el asesino serial que acabó con la vida del diseñador de modas Gianni Versace y otros cuatro hombres, durante los años 90. La segunda temporada de esta serie antológica cuenta con nueve capítulos, a diferencia de la primera que contó con diez. Los capítulos no siguen una historia cronológica, sino que saltan entre pasado y presente mostrando el momento en el que Cunanan conoció al diseñador, así como su vida antes de conocer a Versace y a todos sus amantes que posteriormente asesinó. Justamente esta manera de contar la historia es muy atrapante, ya que no tenemos que esperar hasta el final para ver el asesinato, sino que lo presentan desde el principio y poco a poco nos muestran los motivos. Además de que los saltos en el tiempo hacen la historia más ágil, siempre enfocados en la vida de Cunanan y sus múltiples personalidades.
Por otro lado, la ambientación es uno de los puntos más fuertes de toda la serie. En esta temporada mejora mucho, al tener escenografías más cuidadas con respecto a la época; además de contar con unas caracterizaciones espectaculares en cada uno de los actores. La dirección es fluida, a pesar de contar con seis directores diferentes durante toda la serie, no se siente un cambio drástico, pues siempre tiene como enfoque mostrar la parte vulnerable de cada personaje. Por otra parte, la fotografía está muy bien lograda, cuenta con espacios abiertos y nos regala grandes impresiones de la casa del diseñador y de sus estudios de trabajo, así como hermosas tomas de Miami.
Pero sin duda alguna, el punto más fuerte de toda la serie no se encuentra ni en el guión ni en la dirección, sino en las actuaciones del casting principal, resaltando a Edgar Ramírez, Penélope Cruz y, sobre todo, Darren Criss. El primero nos entrega un Versace emocional, un artista apasionado, un hombre de familia, lleno de valores y amor para dar a todo el mundo; por su parte, Cruz nos da una Donatella fría, una mujer de carácter, visionaria, pero que tiene sus puntos débiles y un amor incondicional a su hermano. Pero sin duda alguna la mejor interpretación y la que más dio de qué hablar fue la de Criss, quien nos entregó a un Cunanan ambicioso, mentiroso, despiadado, pero a la vez frágil y temeroso. Le da motivos a su personaje, le da un personalidad a pesar de que el mismo personaje siempre está cambiando su forma de ser; lo vuelve humano y nos muestra los traumas que sufría, así como su ambición de poder.
Dejando de lado los aspectos técnicos, la serie toca varios temas importantes. En primera, le da visibilidad a la comunidad gay de los años 90, cuando ya había algo de libertad pero seguía la homofobia y el miedo a decir quién eres. Además de que trata temas más delicados, como la drogadicción,las enfermedades de transmisión sexual, el masoquismo y la ninfomanía. La serie muestra una sociedad llena de miedos y estigmas, una sociedad que aún está reprimida y que no puede ser totalmente libre, como en el caso de Versace.
Con esta segunda temporada, la serie antológica se suma al estante de las mejores series de la actualidad, y nos muestra que Murphy es un genio que sabe cómo manejar varios géneros y proyectos a la vez. American Crime Story no es perfecta, no lo fue desde su primera temporada, pues puede volverse un poco lenta conforme avanza la historia. Además de que al estar basada en casos reales, todos sabemos cómo terminan las historias. Pero la serie lucha en contra de eso e intenta mantener la tensión y el misterio durante todos los capítulos. Esta segunda temporada sufre de no tener un tema tan controversial como la primera, que fue el juicio en contra de O.J. Simpson; pero también goza de tener un tema que se puede explotar más, al ponerse del lado del asesino.
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Tom Ford es uno de los diseñadores más importantes de la industria de la moda de las últimas dos décadas; para muchos un genio, para otros un hombre que abusa del cuerpo desnudo de la mujer para vender sus productos.