Si de algo puede jactarse J.K. Rowling, es de su inagotable capacidad de crear universos alternos para dar vida a sus personajes más allá de su pluma y al mismo tiempo, comercializarlos para producir ganancias multimillonarias con ellos. Después de siete libros y una puesta en escena, la producción literaria de la británica en las historias fantásticas parecía llegar a su fin junto con el legado de Harry Potter; sin embargo, la narrativa de un libro de texto que habita en cada una de las casas de los magos parece dar un segundo aire alejado del mago original para continuar su reinado en la literatura fantástica.
En este sentido, Rowling logra seducir al gran público a través de historias humanas con el giro de la fantasía que caracteriza a Harry Potter. Después del arrasador éxito de la obra de teatro, la escritora inglesa vuelve con una cinta original, producto de su autoría y adaptada por ella misma, se trata de “Animales fantásticos y dónde encontrarlos” (2016).
El spin off de Harry Potter se remonta setenta años antes del nacimiento del niño que vivió, al otro lado del Atlántico. Esta vez el protagonista de la aventura es Newt Scamander, un mago e investigador en conflicto con Hogwarts, que decide emprender una aventura en busca de nuevas especies de animales del mundo fantástico.
Durante su travesía, la historia del mago se desarrolla con encanto propio y apenas deja reminiscencias del vínculo que la une con la heptalogía que catapultó a su autora a la fama. Se trata de un argumento renovado que escapa del cliché de la eterna lucha del bien contra el mal y se centra en la percepción de la magia en Estados Unidos, donde el principal organismo se mantiene aún más hermético ante el mundo de los muggles y se genera un discurso de intolerancia entre dos clases de personas, un atisbo político desde la percepción de la escritora que al mismo tiempo, configura un drama vestido de fantasía.
El argumento toma como escenario el Nueva York de los años veinte. Una urbe en crecimiento, con cientos de inmigrantes buscando el sueño americano y rascacielos levantándose cada día mientras la sociedad entra de lleno en el siglo XX. Este toque histórico juega en favor de la trama, otorgándole otra dimensión que por instantes la posiciona por encima de un simple spin-off de la historia original del mago. El bestiario de Rowling, mencionado en los primeros libros de la saga y escrito por la inglesa en 2001 en personificación de Newt Scamander, es una recopilación de cada uno de los animales fantásticos que viven en el mundo de la magia y hechicería.
Los fanáticos del mago no deben esperar ver guiños a Potter y su historia, reservada en la línea del tiempo del universo creado por Rowling para el futuro. Tampoco se trata de una competición directa con la saga que cautivó a millones a finales del siglo XX. El potencial creativo del film y las secuelas firmadas con Warner Brothers para estrenarse en 2018 y 2020, lucen con un argumento propio que pronto se sacudirá el mote de Harry Potter.
Si quieres conocer más sobre todo lo que rodeó a Rowling para escribir la saga más leída en la historia, especialmente las influencias literarias que le sirvieron como apoyo para edificar un mundo fantástico en su mente, conoce Los 6 libros que inspiraron a J.K. Rowling a escribir Harry Potter.
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