La tragicomedia es un género muy utilizado en el arte. Lo hemos podido apreciar en la literatura, el teatro, el cine y ahora incluso en las series de televisión; las cuales actualmente se encuentran en su época de apogeo. Este género mezcla lo trágico con la comedia; además, es reconocido por tener cierto toque de parodia, sarcasmo o sátira. Muchos críticos suelen decir que éste es uno de los géneros más difíciles de tratar, pues se debe tener mucho cuidado para abordar temas delicados de forma ligera. El género es utilizado con frecuencia para exponer una crítica social. Pocos directores y escritores han encontrado el equilibrio entre lo que da risa y lo que pega en el corazón; pocos pueden crear una buena obra que resalte y no se quede en un vil intento. Un ejemplo de una producción que lo ha logrado magistralmente es la serie escrita y protagonizada por Donald Glover: Atlanta.
Atlanta es una serie estrenada el pasado 2016 por la cadena de cable FX; y para nuestra suerte, en noviembre llegó a Netflix Latinoamérica. En la serie seguimos la vida de Earn, un joven adulto que intenta encontrar el camino de su vida después de abandonar la universidad —ni más ni menos que Princeton— y regresar a su ciudad natal, Atlanta. Pero las cosas se ponen difíciles al darse cuenta de que sus padres no lo quieren en su casa y debe pagar la pensión de su hija de 3 años; mientras intenta reconquistar a su exnovia para poder formar una familia estable. Así que Earn decide buscar a su primo Alfred, quien vende drogas y tiene un sencillo de rap, para intentar posicionarlo en la industria y así tener una mejor calidad de vida.
No es una serie fantasiosa con viajes en el tiempo, dragones o niñas con superpoderes; esta es la historia de un hombre que intenta salir adelante y perseguir un sueño en este camino montañoso lleno de subidas y bajadas emocionales llamado vida. Con tan sólo 10 episodios de 30 minutos, la serie logra conectar a la audiencia con la situación actual en los barrios de la ciudad de Atlanta; pero sobre todo, logra presentar las dificultades que se viven al intentar entrar al mundo de la música siendo un Don Nadie sin contactos bien posicionados. Además, muestra el racismo y el clasismo que sufren las personas afroamericanas por parte de las autoridades, las personas blancas y las personas con mejor situación económica.
Gracias a la comedia y el sarcasmo que caracteriza la serie, la audiencia no sólo puede conectarse con las situaciones, sino reírse de actos que a simple vista puedan ser terribles —como una balacera en un bar o una gala donde la gente caucásica expone a los afroamericanos como si fueran un exótico especimen. La buena estructura del guión, así como el buen timing y ritmo de los diálogos logran que esta serie nos saque unas carcajadas y, aún mejor, nos hace conscientes de las dificultades de los demás.
Además de eso, Atlanta muestra lo difícil que es moverse en el ambiente músical. Es un juego ambicioso y cruel en el que utilizan a buenos músicos como trampolines para consolidar a gente o donde los artistas tienen que “venderse” y generar escándalos para poder llamar la atención de los medios y tener publicidad, no importa si ésta daña la reputación del artista y hace dudar de su música. Estos son algunos ejemplos de las muchas lecciones que nos da Atlanta sobre el mundo del rap —y de la música en general—, en donde no sobresale el que tiene más talento, sino el que crea más polémica.
Pero la serie no sólo habla sobre racismo y el panorama de la industria músical; también toca temas como la burla y la poca aceptación que tenemos hacia las personas con diferente preferencia sexual, la injusticia que se vive por parte de las autoridades, lo difícil que es sobresalir como mujer en una sociedad machista y lo complejo que puede ser el intentar salir a delante en un mundo en donde si no eres guapo, tienes buen tono de piel y un apellido con renombre y dinero de por medio, no eres nadie.
Gracias a su buen manejo del género, su gran reparto, un guión bien estructurado y la experiencia de su creador —un joven negro de mediana edad que proviene de una familia de escasos recursos y ha intentado entrar al medio artístico como actor, guionista, comediante y músico—, Atlanta se gana el corazón de su público, incluyendo críticos que la han calificado como una de las comedias más refrescantes y realistas de la televisión; tanto ha sido su éxito que ha ganado premios como el Golden Globe y el Emmy.
Ahora sólo queda esperar que la cadena saque la segunda temporada en el 2018; una segunda temporada que seguro traerá consigo más situaciones hilarantes, más aventuras y sobre todo más crítica social, de esa que tanto se necesita en este tiempo donde todos se sienten únicos, especiales y bondadosos, pero pocos hacen algo realmente. Un mundo que necesita obras como que nos ayuden a concientizar y, sobre todo, a cambiar.
https://www.youtube.com/watch?v=kEQKg7kEI1g
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Desde comedias sobre hip-hop hasta dramas de porno, esta parte de la nueva era de la televisión sin duda es distinta a lo que hemos visto antes, y aunque no logre superar en todos los sentidos a sus antecesoras, continuarán siendo obras que acumulen seguidores hasta que se vuelvan de culto y sean reconocidas alrededor del mundo.