ADVERTENCIA: El siguiente artículo contiene spoilers sobre todas las temporadas de Hora de aventura, incluyendo el episodio final.
Parece imperdonable cuando algo bueno termina, y durante ocho años Hora de aventura fue más que buena; fue una serie increíble, extraña y profundamente compasiva. Ahora que ha llegado a su conclusión, vale la pena hacer una retrospectiva sobre qué fue lo que hizo de Hora de aventura una serie tan especial, y por qué nos tomará tanto tiempo superarla.
Una de las características más llamativas de Hora de aventura es la disposición a arriesgarse con historias estructuralmente ambiciosas que retan a sus espectadores. Por ejemplo, en el episodio “¿Eres tú?” (temporada 6, episodio 19), Finn se enfrenta a un laberinto surreal que involucra viajes en el tiempo y que borra la distinción entre lo real y lo onírico para regresar a la vida a Prismo, quien necesita ser soñado para poder existir. La serie hace un gran trabajo al darnos los elementos para que entendamos con claridad la historia. La complejidad de lo que vemos es contrastada por la simplicidad con la que la trama fluye.
El mundo donde toma lugar Hora de aventura tiene una mitología impresionante, que el show logra expandir y explorar de maneras sutiles e inesperadas. Desde la formación de Ooo después de un apocalipsis nuclear, a la infancia temprana de Finn, todo es suelo fértil para encontrar historias que resuenan emocionalmente y tienen el poder de ampliar el universo de Hora de aventura. En “Evergreen” (temporada 6, episodio 24), conocemos a un dinosaurio llamado Gunther, que funciona como vehículo para relatarnos el origen de la corona del Rey Helado y del cometa que amenaza con destruirlo todo. Pero Hora de aventura lo lleva más lejos, y nos enseña quién es realmente Gunther, el nuevo personaje, y cómo su admiración por un gran mago con poderes de hielo —además de sus propias inseguridades y sentimiento de impotencia— lo llevan a pedir un deseo que transformaría a quien use la corona en una versión algo demente del gran mago de hielo. Así nace, como consecuencia, el Rey Helado.
La tierra de Ooo se siente viva como casi ningún otro mundo ficticio, porque Hora de aventura se toma el tiempo de explorar las vidas de los personajes que lo habitan, y no sólo los que son relevantes para la historia principal, a veces incluso dedicándoles capítulos enteros. En “El hombre cerveza de raíz” (temporada 5, episodio 43), seguimos la historia del hombre cerveza de raíz, un vendedor telefónico del Dulce Reino que sueña con más aventuras y emociones para su vida. Al no saber cómo encontrarlas, busca consuelo en los libros detectivescos que tanto le gustan, pero su matrimonio sufre por su falta de presencia y obvio resentimiento a su situación actual. Es increíblemente difícil para un programa de televisión dedicar capítulos enteros a personajes que no conocemos y que en muchos casos no volemos a ver, pero al contar esas historias con empatía la serie permite que los personajes no se vuelvan sólo vehículos para más aventuras, sino que cobran vida de forma muy natural, y podemos entender cuáles son sus aspiraciones y qué les causa sufrimiento.
Así, Hora de aventura encuentra un lugar dentro de nosotros que es común para todos. Nos muestra que todas las personas cargan consigo dolor, y no siempre sabemos expresarlo o compartirlo. En “Te recuerdo” (temporada 4, episodio 25), descubrimos en uno de los momentos más conmovedores de la serie el pasado compartido entre Marceline y el Rey Helado, que no la recuerda, pero siente una conexión inexplicable hacia ella. Por medio de una canción emocionalmente devastadora, entendemos más sobre la naturaleza de su amistad, y sobre el dolor que Marceline carga con ella al ver a su antiguo amigo verla como una desconocida. Esa misma canción nos muestra que sí, el dolor es real, pero también lo es la esperanza de sanarlo.
Todo lo mencionado anteriormente son temas y obsesiones recurrentes en la serie, pero su interés principal, como su nombre deja bien claro, es la aventura. Aunque normalmente asociadas en la narrativa popular con enfrentamientos físicos y violentos, Hora de aventura entendía la palabra “aventura” de forma extensa. Por eso tenía la libertad de usar su imaginación para crear aventuras internas, espaciales, psicológicas, alternas y muchos otros tipos que son difíciles de categorizar. En “La sala de egreso” (temporada 7, episodio 24), Finn se topa con un calabozo muy particular. Lo aísla del mundo exterior y sólo encuentra una salida cuando por puro azar, cierra los ojos. Una vez afuera, debe mantenerlos cerrados, porque al abrirlos es transportado al lugar y momento exacto de cuando los cerró; es decir, dentro del laberinto. Como es el único que experimenta esta situación, nadie le cree lo que sucede y la razón de por qué anda por el mundo con los ojos cerrados. Para poder salir, debe despojarse de todas sus ataduras, lo que sea que eso signifique para él.
La intención de Hora de aventura nunca fue contarnos solamente las aventuras de Finn y Jake. Era enseñarnos que si tenemos el corazón abierto y la disposición para conocer nuevos amigos, todos los días pueden ser una aventura, porque nosotros los convertimos en una. Por eso en el capítulo que cierra esta historia, es claro que no importa lo que haya pasado una vez que nosotros dejamos de ver las aventuras de los habitantes de Ooo. De alguna manera lo sabemos, Finn y Jake van a seguir viviendo sus vidas, como dijo BMO.
Parece imperdonable cuando algo bueno termina, pero aunque no habrá nuevos episodios, nos quedamos con casi 300 de las aventuras de Finn y Jake que podemos visitar siempre que queramos volver. El espíritu de aventura que la serie nos regaló no termina con su final, continúa dentro de todos los que aceptamos recibirlo.
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