Coleccionar juguetes y figuras es algo que todos en algún momento de nuestra vida hemos hecho. Muchos dejan ese gusto en la adolescencia, otros siguen con este gusto por más tiempo, muchos se obsesionan con la idea de coleccionar, otros sólo lo hacen como hobby; pero al final todos buscan poseer esas figuras como un buen recuerdo o como una muestra de identidad. Cientos de marcas de juguetes saben que sus productos puedan ser coleccionables, e incluso sacan ediciones especiales con la idea de vender a consumistas fanáticos.
En cuanto a la colección de juguetes, una marca ha sobresalido en los últimos años. Se trata de la marca Funko, que acaba de cumplir 20 años y que desde inicios de la década pasada tomó mucha fuerza gracias a su línea de muñecos POP!; aquellos muñecos cabezones que suelen ser personajes de series, películas o comics. Como parte de la celebración de su aniversario, la marca decidió sacar ediciones especiales de todas sus líneas de juguetes, así como lanzar un documental junto a la plataforma de Netflix. El documental es Making Fun: The Story of Funko y nos narra cómo nació la marca y cómo ha llegado hasta la cima en la que se encuentra actualmente.
El documental fue dirigido por David Romero, un documentalista bastante nuevo que ha destacado mucho en festivales y premios con sus producciones, pues son consideradas nuevas y refrescantes para el género. Romero y su equipo se dedicaron a viajar durante dos años por docenas de lugares, desde Vietnam hasta Nueva York, para indagar profundamente en la historia y mostrar diferentes perspectivas de los juguetes y la marca por todo el mundo; además de mostrar pequeños testimonios de coleccionistas.
Durante la primera mitad de la historia vemos la creación de la marca y cómo se consolidaron, así como el momento en el que empezaron a tener éxito; mientras que en la segunda parte vemos la creación del POP!, su mayor línea, y todo el impacto que estos pequeños han tenido en la actualidad, volviéndose uno de los productos más vendidos y más coleccionados del mundo. Mientras vemos esta historia, el director nos presenta pequeños testimonios de coleccionistas de la marca; estos segmentos le dan un respiro a la historia, además de que aportan mucha empatía al espectador y genera el interés de pensar cómo será la siguiente historia.
El documental llega a volverse cansado al principio, pero cuando conoces los inicios te interesas mucho en saber cómo esa pequeña idea se convirtió en el gran monstruo que es actualmente. Además de que es bastante fácil conectar con los creadores, quienes son los personajes principales; pues ellos, al ser fanáticos de los juguetes, saben expresar perfectamente cada emoción y cada cambio que puede dar cada línea a sus compradores.
Con tan sólo una hora y 40 minutos de duración, el documental logra plasmar perfectamente los objetivos, explicar la historia de la marca, mostrar el fenómeno en el que se convertido el POP! y demostrar cómo los juguetes puedan cambiar las vidas de las personas. Todo ello gracias a la buena dirección de Romero y a la frescura que tiene el documental al pasar de la historia principal a testimonios y subtramas. Además, nos prueba que todos tenemos un fan dentro que desea tener un POP! de nuestro personaje o figura pública favorita, así como que nunca estamos demasiado grandes para emocionarnos con un juguete nuevo.
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