Parece que en México hay monopolios en todas las industrias. El cine, al ser una industria – tiene que serlo, de otra forma no podría existir – no se salva. Y más cuando dos cadenas son las que se llevan la gran taquilla en lo que parece ser la lucha por el bolsillo del espectador, el que asiste al cine para ocupar grandes asientos – que no están hechos para su comodidad, sino para que pueda tener más comida a su alcance –.Si algo ha afectado al cine mexicano en su historia son los métodos de exhibición y distribución en el país, mismos que son operados de una forma complaciente ante los blockbusters que llegan con bombo y platillo a los cines para ocupar por semanas y semanas hasta cuatro salas de un mismo complejo.
2013 fue uno de los años más productivos y exitosos para el cine mexicano. Dos cintas (Nosotros los nobles y No se aceptan devoluciones) rompieron todos los números y records de taquilla que se tuvieran registrados en la historia del cine. Podría decirse – como ya se ha hecho en repetidas ocasiones – que el cine mexicano atraviesa por una nueva etapa debido al resurgimiento del que tanto gusta alardear a la hora de revisar lo realizado en el medio cinematográfico.
Por un lado están los espectadores y entusiastas quienes han emulado en el cine “mexicano” un espectáculo casi del tamaño de un deporte olímpico. El caso “Cuarón-Gravity” lo confirma y saca a relucir una hipocresía proporcional al éxito que tuvo la película. Es innegable el talento de un director como Alfonso Cuarón – buena o mala, su película vendió y ganó-; sin embargo, su premio no pertenece ni en uno por ciento a los mexicanos. Las autoridades y el mismo público que le ha dado la espalda en repetidas ocasiones al cine mexicano, enaltecen los éxitos que resuenan por todo el mundo, mientras en su propio país, brillan por la ausencia de apoyo.
En México, realizar una película resulta un acto casi titánico. Conseguir becas, elaborar proyectos de producción y otras acciones pueden estancar el proyecto creativo. Al llevar a cabo todo ese proceso no se puede tener la certeza de que se podrá exhibir lo que se hizo. Competir contra un IronMan o un Batman en cartelera – donde llegan a ocupar hasta cinco salas en un mismo día- significa permanecer en pantalla tan sólo una semana.Son claros los puntos en los que se tiene que trabajar: crear leyes que protejan al cine nacional, reglamentar el tiempo de proyección y las pantallas donde se proyecta, fortalecer los estímulos y fondos para la creación de cine; lo que no se tiene claro es cuándo pueda empezar a gestar este cambio.CICLO: MÉXICO INMINENTEEn medio de la frustrante realidad, hay una vela que se niega a morir ante el recio viento. Partícipes de una generación tan diversa en cuanto a procesos creativos y temáticas, son los directores quienes no han dejado espacio al complaciente filme, que pretende ser una burbuja de jabón ante la pútrida realidad.En los últimos años, el cine mexicano ha sido reconocido en los festivales más importantes del mundo. Ante toda la problemática antes mencionada, el hecho de que se obtengan estos premios es una muestra del talento nacional. Por mencionar algunos, están dos directores mexicanos quienes han ganado consecutivamente el premio al mejor director en Cannes: Carlos Reygadas y Amat Escalante – Post tenebras Lux y Heli, respectivamente -; son la cabeza de toda una generación, que si bien no pretende una unidad en cuanto a los temas, sí puede presentarse como parte del presente cinematográfico nacional.
Nunca estarán de más los lugares para exhibir cine mexicano, actual o de la época de Oro. México inminente es una revisión del cine hecho en México en un periodo enmarcado por la dramatización y el patriotismo del origen de la patria. Un ciclo que busca entre visones pesimistas y crudas sobre nuestra fatídica realidad. Al mismo tiempo, da un vistazo a un sector que se niega a terminar con la construcción de un futuro con cierta esperanza. Los nueve filmes que conforman el programa realizan una búsqueda crítica del contexto nacional, explorando temas y formas de pensar que se han proyectado en el cine mexicano de los últimos años.No es nuevo que el cine mexicano sea más reconocido en el extranjero que en su propio país. Los premios, retrospectivas y festivales que han señalado en los últimos años al cine mexicano, son muestra de un vendaje que ha impedido reconocer un cine diferente. Prueba de ello es el ciclo México inminente, curado para proyectarse en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía, donde tuvo un éxito que alcanzó al país – irónico que se haya tenido que pedir al museo que se realizara un ciclo de cine mexicano para México-.Siempre serán aplaudidos los espacios que luchen por la exhibición de cine mexicano independiente. Y es el turno de reconocer al Centro de Cultura Digital por albergar el ciclo, que viene a representar una retrospectiva de un cine de primer orden. Las proyecciones cuentan con la presencia de sus directores, esto con el propósito de crear un diálogo entre el director, los asistentes y la visión de los creadores.
Al adentrarse en este proceso crítico, pero a la vez estimulante, se puede empezar a generar un cambio. A continuación presentamos las películas que componen el ciclo. Las proyecciones son completamente GRATUITAS, y se llevarán a cabo en el Centro de Cultura Digital. Más información aquí.
El alcalde
sábado 29 de marzo, 19:00 horas
Matar Extraños
domingo 30 de marzo, 18:30 horas
Un mundo secreto
viernes 4 de abril, 19:00 horas
Fecha de caducidad
sábado 5 de abril, 19:00 horas
Penumbra
domingo 6 de abril, 16:00 horas
Cuates de Australia
domingo 6 de abril, 18:30 horas