Se puede estar enfermo de cualquier cosa: de pereza, odio, amor o poder; éste último puede ser la más peligrosa de todas las enfermedades, y más cuando quien la padece se sabe superior. A los poderosos no les importa destruir y comer a los “peces chicos”. Estos enfermos siempre representarán un peligro para los más vulnerables.
El pez león es una plaga en las aguas del Caribe, el Atlántico y el Golfo de México; su coloración le permite pasar fácilmente desapercibido, representando un riesgo para los buzos o nadadores. Es un pez territorial que nada rápidamente para herir con sus espinas, todas éstas, venenosas.
Las condiciones de los poderosos y los delirios que provoca el mantener cierto estatus, fueron explorados en el cortometraje: Los delirios del pez león, animación de stop motion dirigida por Quique Rivera Rivera, artista puertorriqueño interesado en diversificar las maneras de mostrar su creatividad.
Si alguna especie poderosa pudiera tener un delirio, seguro sería el pez león, debido a su agresivo comportamiento hacia sus presas. Por esta razón, Quique Rivera hace una alegoría con la imagen del pez a ciertas actitudes humanas.
El cortometraje lo realizó en stop motion con algunos elementos de live action. Las partículas, fluidos, burbujas y humo fueron filmados sobre un fondo negro para después ser colocados sobre las imágenes de la serie fotográfica.
El delirio del pez león (2012) from Quique Rivera Rivera on Vimeo.
