I feel like young girls are told that they have to be a princess and fragile. It’s bullshit. I identify much more with being a warrior — a fighter. If I was going to be a princess, I’d be a warrior princess. Definitely.
Emma Watson
Hace dos años, Emma Watson dio un discurso ante la ONU en el que mostraba un ferviente apoyo al feminismo. Aplausos, notas en todos los sitios importantes de noticias y mucho más, todo por una revelación que si bien debe ser bien recibida, no era sorpresiva. Es curioso como una noticia expresada por una mujer continúa teniendo tal recibimiento en los medios de comunicación. Basta con recordar el escándalo que se creó a partir de que Ellen Page declarara que es gay. Dos situaciones distintas, personales en extremo, pero que necesitan ser declaradas en público para mejorar un sistema que tiene una doble moral, pues aunque se supone que vivimos en una época de tolerancia, estos discursos demuestran que aún se necesita gente que se levante como una figura que demuestra que no se debe temer a decir quién eres realmente.
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La película original de Disney
Con la reciente adaptación de “La bella y la bestia” se ha desatado una vieja euforia. La película original (de Disney) fue estrenada en 1991, e incluso pudo haber salido antes, pero la producción fue atrasada porque el personaje de Bella no era “suficientemente feminista”. En esas fechas, el éxito de “La sirenita” (1989) era rotundo, pero las críticas no habían cesado, pues Ariel supone una de las princesas más dependientes de la historia de Disney, es como si no existiera un cambio en la forma de interactuar de hombres y mujeres en pantalla desde “Blancanieves y los siete enanos” (1937).
Para el rol de Bella se necesitó un cambio drástico. Ella debía mostrar a la mujer inteligente que no necesita de un hombre y lo logró. Linda Woolverton, una de las escritoras de Disney intentó mostrar a Bella poniendo marcadores en un mapamundi gigante, marcando los destinos que querría visitar, pero al ver los storyboards aprobados, se le mostraba decorando un pastel. Finalmente se llegó a la decisión de que leyera libros, parte importante para la figura que hoy Bella representa, la mujer que lee y así aprende mucho más que los demás.
“La bella y la bestia” es una de las mejores películas que Disney tiene, basta con preguntarle a la generación de principios de los noventa. Fue la primera cinta animada nominada al Óscar por “Mejor Película” y ganó el premio a “Mejor Score”. La crítica alabó la cinta, pero con el paso de los años se han encontrado ciertas inconsistencias en ese primer experimento de mujer libre.
Bella evoluciona de una mujer con ganas de conocer el mundo a una persona crítica del entorno en el que vive. Sus canciones van más allá de lo que desea (conocer el mundo, explorar y tener aventuras). Éstas llegan a juzgar a todas esas “mentes pequeñas” de su pueblo. Una mujer hace malabares con sus tres hijos mientras intenta comprar huevos, Bella aparece en el fondo con su libro, cantando acerca de cómo debe salir de ahí. Aunque el feminismo nunca fue un tema principal en la cinta, es la gente la usa como el punto de comparación con el resto de las princesas.
Ella es el único personaje femenino que realmente importa. Claro, está la Señora Potts, pero ella funge como la figura materna que siempre está llena de sabiduría y que podemos encontrar en cualquier cinta desde hace décadas. Las otras son las trillizas que forman la contraparte de Bella, mujeres que sólo desean estar con Gaston (en inglés son conocidas como las “Bimbettes”), y un plumero que es acechado por Lumiere.
Al final, Bella consigue tener una aventura (que muchos relacionan con el famoso Síndrome de Estocolmo), pero sus planes de viajar y conocer se limitan a un castillo a unos cuantos kilómetros de su hogar y a una biblioteca más grande; sin embargo, esto no es tan relevante al final, pues sí cumple el deseo de tener una aventura que cambia su vida para siempre.
La nueva versión
Estamos en la época del simulacro. Las nuevas películas son nuevas versiones de películas, algunas incluso son adaptaciones de cuentos antiguos. Podrían esperarse una versión idéntica a la de 1991, pero al ver los remakes que Hollywood ha hecho, las cosas cambian en algunos sentidos. “Mad Max: Furia en el camino” (2015) es una de las mejores películas de los últimos años y Furiosa lleva el hilo conductor de la cinta, no Tom Hardy como Mad Max. Ella es la verdadera heroína. Más cercana a la cinta que protagoniza Emma Watson, “Maléfica” (2014) recrea la historia de “La bella durmiente” (1959), pero en lugar de contar la misma historia con más acción y personajes famosos, le dan un giro en el que los hombres son los malvados y las mujeres salvan sus vidas, su reputación y su reino.
Podemos esperar muchas cosas de la nueva cinta. Con Watson en el papel protagónico es probable que Bella sea mucho más independiente, pero la encrucijada está en manos de los productores, pues si cambian demasiado la historia adjudicarán que el feminismo de Watson los llevó a contar algo que el público no quería, pero si la cinta se queda igual que su versión animada, la actriz no podrá darle soporte a lo que dijo de ser una guerrera antes de una princesa.
Finalmente, Watson es una actriz, y cumplir su trabajo como Bella debe ser un genuino placer para ella. Sí, Disney y Watson representan figuras importantes que millones de mentes jóvenes siguen y admiran, pero al tratarse de un hito cinematográfico como lo es “La bella y la bestia”, los que muchos esperan es una gran historia que cumpla las expectativas, en la que escuchen sus canciones favoritas y que no pase al olvido como otras películas adaptadas.
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Fuentes:
Huffington Post, Bitch Flicks