Jugar a la valentía no es una opción cuando existen directores como David Lynch. Cada una de las películas que este director ha puesto en las pantallas grandes han demostrado que el cine no está pensado para las personas sensibles; por supuesto que no estamos hablando de la sensibilidad en un sentido de apreciación artística. Más bien, la expresión refiere a esa incapacidad de asimilar escenas perturbadoras que nunca creímos ver en el cine.
Más allá de la complejidad de sus cintas, Lynch se ha dedicado a regalarle a su público un compilado de fijaciones y exhaustivos momentos de reflexión de los que resulta realmente difícil salir. No obstante, el director sabe que sensaciones como el horror no pueden ser complejas, sino más bien inmediatas y directas; pues para accionar en una persona una sensación tan pesada como lo es el terror, sólo se necesita una escena.
Las siguiente escenas son esa muestra perfecta de que el genio de David Lynch en combinación con la evidente sensibilidad humana, son capaces de accionar lo que ningún espectador imaginó sentir jamás.
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7. Lost Highway (1998)
Hay gente tan perturbadora que resulta una fortuna no conocer a nadie así nunca, y el “hombre misterioso” interpretado por Robert Blake es uno de ellos. No es sólo el enigma de su pálido y sonriente rostro lo que incomoda, sino esa atmósfera que crea a su alrededor, como si se tratara de un vigilante siniestro que cuida cada movimiento del lugar.
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6. Blue Velvet (1986)
El juego de Lynch con los espacios es tan importante como el tratamiento de sus personajes; por ello, cuando es necesario encarar el terror humano y todo lo tenebroso que le rodea, no basta sólo con mirar hacia la gente, sino al espacio donde se desarrolla cada hecho. Así, la habitación de Dorothy Vallens se convierte en la antesala de los horrores.
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5. The Elephant Man (1980)
Lo que la gente podría considerar bestialidad se queda corto ante la idea de que una de las grandes leyendas del siglo XIX fue concebida de una manera tan perturbadora. Una mujer, que supone ser la madre del hombre elefante, es abusada sexualmente por un grupo de elefantes y el resultado, bueno, eso ya es parte de otra historia.
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4. Twin Peaks: Fire Walk with Me (1992)
Prácticamente toda la película es una gran escena terrorífica; sin embargo, la escena más fuerte es aquella en la que dos protagonistas se encuentran atrapados en un auto. Su desesperación es tan grande que desencadena una superposición de imágenes que termina en una tragedia tan repentina como la locura.
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3. Inland Empire (2007)
Gracias a los juegos de cámaras que componen casi toda la película, llega un punto en el que el rostro de la protagonista presenta una mueca que parece cualquier otra cosa, excepto humana. La iluminación es un punto clave para esta escena que hace que el espectador también se sienta víctima de la locura.
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2. Blue Velvet (1986)
Una escena sexual terriblemente violenta y llena de maldad en la que el espectador no puede hacer otra cosa más que mantenerse al pendiente, todo para darse cuenta de que el mundo, por donde quiera que lo veamos, está lleno de monstruos en los que nunca se debe confiar.
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1. Mulholland Drive (2006)
En esta escena, el mundo de los sueños choca dramáticamente con la realidad y hace que un hombre no sólo entre en shock; sino que su reacción sea la de alguien que está a punto de caer en la locura después de ver cómo un terrible sueño recurrente parece haber escapado de su mente
No es que Lynch sea el dueño de todas las escenas perturbadoras en el cine; sin embargo, algo que hay que aceptar es la capacidad de este artista para crear en su público una sensación fría y demoledora, misma que ha servido de inspiración para varios directores que han sentido la necesidad de emular a uno de los más grandes artistas del siglo XX.
