Nadie imaginó que seguir a ese hombre sería la última decisión de sus vidas. Un día de 1861 apareció un carismático hombre en el sertón nordeste de Brasil, su aspecto era como el de cualquier vagabundo que llega a un pueblo para convertirlo en su nuevo hogar; sin embargo, este sujeto era diferente, su interesante forma de pensar conquistó la mente de numerosas personas que dejaron de verlo como un mendigo y comenzaron a tomar su presencia como la de un líder capaz de llevarlos hacia un estado de libertad más allá de lo terrenal, esa fue la razón por la que recibió el nombre de Antônio Conselheiro.
A partir de 1893 comenzó a reunir obreros, campesinos e indios a quienes les prometió una vida de paz e igualdad bajo el apoyo de Dios y supervisado, obviamente, por el Conselheiro. En 1897, el gobierno brasileño acusó al líder de monárquico y ordenó al ejército destruir la comunidad de Canudos con el fin de dar muerte al consejero, no obstante, para llegar a él, antes tuvieron que asesinar a 15 mil inocentes que le defendían.
Tal vez pensemos que están lejos de nosotros, pero las sectas que someten a sus seguidores a condiciones arcaicas y a veces infrahumanas, siguen apareciendo alrededor del mundo; para dar una pequeña muestra de ello, algunos de los artistas y músicos cuyo trabajo hoy podemos disfrutar en diferentes medios, formaron parte de alguno de estos movimientos hasta que, por azares del destino o decisión propia, decidieron abandonarlos.
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Winona Ryder
A la edad de siete años, Winona junto con su familia se trasladaron a la Comuna del Arco Iris, California; ahí permaneció, con otras siete familias, sin electricidad durante tres años.
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Joaquin Phoenix
Durante su niñez, el protagonista de “Her” y sus padres pertenecieron a una secta hippie llamada “Los niños de Dios”. Cuando decidieron separarse de este culto cambiaron su apellido, Bottom, por el de Phoenix como señal de un nuevo comienzo.
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Michelle Pfeiffer
Cuando tenía alrededor de 20 años, se trasladó a Los Angeles donde conoció a una pareja que la involucraría en el aerivorismo, un grupo de personas que asegura que, al igual que las plantas, los seres humanos son capaces de absorber sus nutrientes del aire y la luz solar. No fue hasta que conoció a su primer marido, Peter Horton, que se dio cuenta de que formaba parte de una secta.
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Emily Schromm
Creció siendo parte de una secta cristiana fundamentalista, cuyas reglas por mucho tiempo le prohibieron desempeñar sus actividades favoritas, ya que éstas eran consideradas como pecaminosas.
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River Phoenix
Junto con su hermano Joaquin, fue educado dentro de la secta de los “Niños de Dios” hasta los ocho años, durante ese tiempo se vio obligado a mendigar por comida para él y para su familia ya que el rico líder del culto nunca tuvo la disposición de ayudarles.
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Patricia Arquette
Junto con algunos de sus conocidos y familiares, Patricia fue llevada a la comuna de
Skymont Subud donde no habían baños, luz o agua potable. Tenía que soportar a su padre quien además de ser drogadicto y alcohólico, abusó de cinco niños de la familia.
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Rose McGowan
Su padre se unió a la versión italiana de la secta de los “Niños de Dios”, lo que la hizo viajar con su familia por diferentes partes de Europa. Al darse cuenta de que los líderes de este movimiento promovían el sexo desde una corta edad, la familia decidió escapar antes de que algo pudiera ocurrir si se negaban a participar en alguna actividad sexual.
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Christopher Owens
Owens fue otro de los famosos que pasaron su infancia dentro de la secta de los “Niños de Dios”. Como entre sus reglas está el rechazo a la ciencia, su hermano mayor murió a causa de una enfermedad. Además, su madre fue obligada a prostituirse en distintas ocasiones en varias partes de Europa y Asia; esas fueron algunas de las razones por las que el músico decidió abandonar la secta a los 16 años.
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Susan Cagle
Como miembros de los “Niños de Dios”, Cagle y su familia viajaron hacia varios países trabajando como artistas ambulantes mientras realizaban labor evangelizadora.
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Angel Haze
La cantante fue criada bajo las costumbres de la “Grandiosa fe apostólica”, la cual describe como un culto en el que no se podía hacer casi nada. Tenían prohibido el uso de joyería, platicar con otras personas fuera de la secta o escuchar música. Ante la represión, la familia de Haze decidió retirarse del culto cuando ella tenía 16 años.
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Es increíble el alcance que tienen las religiones, pero más insólito aún es el poder que tienen para convencer a algunas personas de que la única forma de llegar a un bienestar definitivo es someterse a condiciones que rebasan los límites de la dignidad, rebajando a sus seguidores a una calidad de mendigos con tal de que puedan encontrar la salvación.
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Fuente
Ranker
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