Por: Thalía Azyadeth Rizo
El pasado miércoles 25 de febrero, en la Noche de Museos, la Fundación Pedro Meyer fue anfitriona de un diálogo acerca de formatos breves tales como: nanometraje, cineminuto y microrrelatos. Antonio Camarillo, Jorge Suárez, Francisco Mata y Carlos Saldaña abarcaron el tema desde una postura que permitió el debate, no sólo sobre las técnicas audiovisuales utilizadas en dichos formatos, sino también del contexto tecnológico y social en el que están inmiscuidos.
Noche de Museos en la FPMeyer. Foto: @Dioptría Studio
El primer cuestionamiento de la noche surgió al buscar la diferencia entre cada formato. ¿Qué es lo que define y distingue al nanometraje del cineminuto?
Jorge Suárez y Carlos Saldaña, Foto: @Dioptría Studio
Carlos Saldaña señaló que el cineminuto, como su nombre lo indica, sugiere que un cineasta crea una obra de un tiempo delimitado y que, referenciando a Jaime Carrasco, ha perdido prestigio por ser considerado un trabajo preparativo para un largometraje. En cambio, el nombre “nanometraje”, recordando las palabras de Pedro Meyer, resulta más atractivo “porque lo separa de la academia del cine” y otorga la libertad de que cualquiera puede hacer un nanometraje sin la necesidad de ostentosos recursos cinematográficos.
Jorge Suárez, Foto: @Dioptría Studio
“Cada vez más la gente común escribe fotografía, escribe teatro, y no lo hace por esnobismo, sino en busca de la felicidad que no encuentra en el supermercado”. -Lipovetsky
Noche de Museos en la FPMeyer. Foto: @Dioptría Studio
En este punto, los panelistas ahondaron en la característica principal de estos formatos: la brevedad. Se aclaró que este rasgo no es exclusivo de la temporalidad. Jorge Suárez indico puntualmente que aunque los recursos en formatos más extensos pueden ser los mismos que en el nanometraje o cineminuto, la brevedad radica en su uso. La diferencia, entonces, es técnica y enfocada al uso del lenguaje.Suárez defendió la importancia de la proyección en pantallas y de los festivales como el Festival Metropolitano de Cineminuto y Nanometraje. Antonio Camarillo mencionó lo “intuitivo” en cuanto a narratología del modelo aristotélico planteamiento-nudo-desenlace, y la manera en la que cualquier persona puede valerse de plataformas como Youtube y Vine para darse a conocer. Por su parte, Francisco Mata se refirió a los códigos culturales que conocemos sin necesidad de ser enseñados.
Pedro Meyer, Foto: @Dioptría Studio
Francisco Mata, Foto: @Dioptría Studio
Así se fueron intercalando los temas de debate con la proyección de cineminutos: la vida cotidiana transformada en una experiencia estética; la creatividad en la producción de videos de formatos breves; las posibilidades de experimentación dentro del cineminuto; la evolución de los microcinemas hasta nuestra actualidad; el trasfondo político del acceso a los medios; el horizonte de lectura y expectativa del consumidor; el ritmo de la construcción de paradigmas, la inmediatez; la sorpresa como móvil y, especialmente, la búsqueda de conmover y hacer sentir mediante una obra sin el requisito de una educación especializada para conseguirlo. Se remarcaría la imposibilidad de crear algo trascendental en una realidad inmediata y la necesidad, por tanto, de una “actualización permanente”. Antonio Camarillo exaltaría lo permisible que es el Internet para que cada persona sea capaz de producir y consumir voluntariamente.
La noche concluiría a voz de Francisco Mata: “Si buscamos explicar estas narrativas audiovisuales con categorías del siglo XX, estamos equivocados. Si buscamos explicarnos cómo estamos construyendo futura información con categorías del siglo XX, estamos equivocados”.
De izquierda a derecha: Francisco Mata, Jorge Suárez, Carlos Saldaña y Antonio Camarillo, Foto: @Dioptría Studio
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