Cuando la serie dio inicio en 1998, Kim y Sarah Jessica, cada una en sus carreras en solitario, tenían en su currículum un par de participaciones en producciones medianamente reconocidas; sin embargo, ambas tenían el panorama de ser estrellas cotizadas de Hollywood.
Cuando los episodios empezaron a rodarse, Kim Cattrall tenía lazos de amistad muy fuertes con el creador de Sex and the City, por lo que se apartaba del resto del reparto con ciertos aires de favoritismo y desdén. El cast no hacía otra cosa que mirar con indiferencia su actitud de superioridad. No obstante, el panorama daría un cambio radical cuando Darren Starr abandonó la producción a partir de la segunda temporada…
Sarah Jessica Parker tenía cierta amistad con Michael Patrick King, el director de la serie desde la segunda temporada. Cuando Starr abandonó el proyecto y Patrick tomó las riendas, las cosas para Kim Cattrall dejaron de ser tan favorecedoras, por lo cual, Jessica Parker empezó a gozar de los beneficios; sin mencionar que el personaje de Carrie se había vuelto el emblema estandarte de la serie y el personaje favorito del público, por lo cual, empezó a convertirse en la cabecilla del núcleo de amigas en acción perdidas en Nueva York.
De forma natural, y con la incapacidad de contener la rabia frente a la creciente fama de Sarah Jessica Parker, Kim Cattrall empezó a distanciarse —aún más— del elenco; se encerraba en su camerino, comía sola, se hospedaba en diferentes hoteles y protestaba en cada oportunidad que tenía con los productores de la serie, porque, como premio al protagonismo de Carrie, el sueldo de Jessica Parker era tres veces más alto que el del resto de sus compañeras. Sin embargo, las otras chicas no tenían ninguna objeción, sólo Cattrall, quien exigía el mismo pago a todo el equipo.
Y aunque todo se mantenía bajo la superficie para que el público no se desencantara al saber que, en realidad, las entrañables amigas se odiaban, algunas veces eran inevitables los comentarios mordaces o las poses forzadas en las sesiones fotográficas. Cuando la serie terminó y las amigas lloraban por el cierre del ciclo más importante de sus vidas, Kim Cattrall daba gracias de ya no volver a verlas. En conclusión, cuando se estaban negociando las filmaciones de las películas, fue toda una victoria lograr que el equipo se reuniera, porque los productores tenían claro que nada funcionaría si no estaban las cuatro en pantalla.
Pero el escándalo mayor vino hace algunos meses cuando se dio a conocer la noticia de la trágica muerte del hermano de Kim Cattrall, el cual fue hallado muerto bajo circunstancias poco claras. La actriz comenzó a recibir buenas vibras y mensajes motivacionales de amigos y familiares, así como de parte del elenco de Sex and the City, pero cuando llegó el pésame de Sarah Jessica Parker no pudo contener la ira. Según Cattrall, Parker se aprovechaba de su tragedia para pulir su imagen de niña buena, y eso era algo que no permitiría, por lo que contestó:
«No necesito tu amor o tu apoyo en este trágico momento. No eres mi familia. No eres mi amiga.
Mi madre me ha preguntado cuándo te va a dejar en paz esa hipócrita».
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